SANTO DOMINGO; RD.- Varias localidades del Distrito Municipal de La Víctoria, en Santo Domingo Norte, así como otras de la provincia Monte Plata, se encuentran incomunicadas debido al desbordamiento del río Cabón, como consecuencias de las lluvias dejadas por la tormenta Franklin a su paso por el territorio de la República Dominicana el pasado miércoles.

Decenas de familias de las comunidades de Chirino, en Monte Plata, Rancho Arriba y Cabón, en La Víctoria, llevan varios días desconectadas de Los Mercedes, La Ceiba, Los Castillo y Reventón, debido a que el río Cabón se encuentra desbordado como consecuencias de las lluvias dejada por Franklin.

Quienes habitan en la comunidades de Chirino, perteneciente a la provincia de Monte Plata, Rancho Arriba, Cabón, del Distrito Municipal La Victoria, en Santo Domingo Norte, se encuentran incomunicados de Los Mercedes, La Ceiba, Los Castillo y Reventón.

El paso de este río está a pocos metros de la entrada del Parque Nacional Humedales del Ozama, que cuenta con la laguna Manatí, un lugar que además está abandonado con una vía de acceso muy difícil.

Lo que tienen alguna urgencia y los más desesperados optan por tomar una bote para poder salir en busca de alimentos.

Zulema Martínez recuerda que la próxima semana inicia el año escolar, por lo que asegura que los estudiantes no podrían cruzar el afluente, ya que en ocasiones tarde hasta semanas para volver a la normalidad, por lo que sería traumática la apertura para decenas de estudiantes de la zona.

Asimismo, quintales de cacao, café, ahuyamas, cocos, aguacates y otros rubros agrícolas que se producen en Rancho Arriba, Cabón y otras comunidades, no pueden ser llevadas a los mercados debido a que el desbordamiento del río no lo permite.

Luis Beltrán y Segundo Martínez llegaron desde Villa Mella hasta el lugar donde se encuentra el borte, en La Ceiba, se subieron y a fuerza de remo emprendieron la travesía del río porque tenían urgencia en llegar a Rancho Arriba, donde tienen sus familias.

 Pero el otro paso con que cuenta el Cabón, por donde cruzan quienes viven en Chirino, Monte Plata, está peor, ya que el agua abarca varios kilómetros a la redonda.

Por este lado, ni siquiera en bote la gente se atreve a cruzar, porque no se ve tierra firme a la distancia, y de un badén que existe quedó totalmente tapado.

El paso de este río está a pocos metros de la entrada del Parque Nacional Humedales del Ozama, que cuenta con la laguna Manatí, un lugar que además está abandonado con una vía de acceso muy difícil.

Lo que tienen alguna urgencia y los más desesperados optan por tomar una bote para poder salir en busca de alimentos. Los estudiantes de la zona no han podido iniciar el año escolar debido a la crecida del río.

Quintales de cacao, café, ahuyamas, cocos, aguacates y otros rubros agrícolas que se producen en Rancho Arriba, Cabón y otras comunidades, no pueden ser llevadas a los mercados debido a que el desbordamiento del río no lo permite.

Domingo Beltrán, cruzó en un bote movido a remos debido a que habita en la comunidad de Cabón y no tenía nada para alimentar a su familia.

Eunice Hernández, quien reside en la comunidad El Reventón llegó hasta la margen del afluente con la intención de cruzar y comprar algunos rubros agrícolas al otro lado, pero se abstuvo al observar las fuertes corrientes del río.

Exhortó al Ministerio de Obras Públicas y al propio presidente Luis Abinader, construir un puente más alto para que estas comunidades no queden incomunicadas cada vez que llueve.

De su lado, Cristian Moreno, considera que la solución al problema sería la construcción de una represa en la comunidad El Salto, ya que este afluente crece tres y cuatro veces al año, dejando aisladas a cientos de personas.