SANTO DOMINGO, RD. -Surge la Mancomunidad Humanitaria por la Preservación de los Derechos de los Migrantes en la República Dominicana por la defensa, promoción, preservación y respeto de los derechos humanos de la población migrante en el país.
De inmediato la entidad deplora lo considera mala práctica de detenciones y deportaciones de migrantes, especialmente de origen haitianos en RD.
“Somos un conglomerado diverso de organizaciones, incluidas representantes de la iglesia evangélica, la sociedad civil, organizaciones de derechos humanos y comunitarias, todas unidas por un compromiso común, la defensa del derecho de los migrantes”, expone en un documento de prensa.
La Mancomunidad está encabezada por la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados (MENAMIRD), la Coalición Nacional de Fe de Iglesias Evangélicas (CONFIE) y el Consejo Dominicano Pro Desarrollo Integral de la Comunidad (CODPRODICOM).
Expresa profunda preocupación por las malas prácticas observadas durante el proceso de detención y repatriación llevado a cabo por el gobierno de la República Dominicana, prácticas que afectan especialmente a los migrantes haitianos.
Señala que las malas prácticas, que han estado monitoreando de cerca, alarman y exigen levantar la voz en nombre de aquellos que a menudo son silenciados y olvidados.
Muestra preocupación profunda por la retención de migrantes en condiciones que vulneran gravemente sus derechos humanos.
Precisa que las condiciones en las que se encuentran estos migrantes son, en muchos casos, inhumanas y degradantes.
“Hemos observado situaciones en las que los migrantes son retenidos en instalaciones que carecen de las mínimas condiciones de salubridad y dignidad, algo que no podemos tolerar bajo ningún concepto”, afirma la nueva entidad.
Además, alarma la proliferación de discursos de odio por parte de algunos sectores de la sociedad, que fomentan no solamente la discriminación y la xenofobia, sino también contribuyen a la creación de un ambiente hostil y peligroso para los migrantes.
Advierte que este tipo de retórica es dañina y va en contra de los principios de humanidad y solidaridad que deben guiarnos como sociedad.
Inquieta especialmente el tratamiento que reciben los migrantes en los diversos puntos de retención, lugares que a menudo carecen de la las condiciones sanitarias mínimas requeridas, lo que resulta inaceptable.
Muestra alarma profunda por el manejo de casos que involucran a niños, quienes son particularmente vulnerables y merecen una protección especial.
Estima que los niños migrantes son los más afectados por estas malas prácticas y su bienestar debe ser una prioridad absoluta.
Considera que las fases de los procesos de detención, repatriación y devolución deben ser examinadas rigurosamente para asegurar que se lleven a cabo con absoluto respeto, dignidad y conforme a los estándares internacionales de derechos humanos, tal como lo establece la Constitución dominicana y demás leyes.
Indica que no se puede permitir que se perpetúen prácticas que infringen los derechos básicos de cualquier ser humano.
“Reconocemos y respetamos el derecho del Estado y gobierno de aplicar políticas públicas en materia migratoria, sin embargo, nuestro compromiso radica en visibilizar estas preocupaciones y trabajar hacia soluciones que promuevan un trato digno y respetuoso para todos los migrantes en nuestro país”, expone.
Cree firmemente que es posible desarrollar políticas migratorias que respeten los derechos humanos y que, al mismo tiempo, permitan la gestión efectiva de los flujos migratorios.
Llama a las autoridades para que revisen y mejoren las condiciones de los centros de retención y los procesos de deportación, garantizando así la protección de los derechos humanos y fundamentales de todas las personas involucradas.
Sostiene que estas mejoras no solo beneficiarán a los migrantes, sino que también reforzarán el compromiso del país y las garantías constitucionales.
Además, insta a la sociedad en general a rechazar y combatir los discursos de odio y discriminación que solo agravan la situación de los migrantes.
Sugiere promover una cultura de paz, inclusión y respeto hacia todos los seres humanos, independientemente de su origen o estatus migratorio.
Subraya que la discriminación y el odio no tienen lugar en una sociedad que valora la dignidad humana y los derechos de todos sus miembros.
“Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de soluciones justas y humanas para la población migrante en la República Dominicana”, expone en un documento.
Invita a todas las partes interesadas a unirse a este esfuerzo y trabajar conjuntamente para asegurar un futuro en el que los derechos de todos los migrantes sean plenamente respetados y protegidos.
En este esfuerzo conjunto, confia en que se pueda hacer una diferencia significativa.
“Juntos, podemos construir un país más justo, más humano y más respetuoso con los derechos de todos los seres humanos”, finaliza.
Firman: William Charpantier, Coordinador de la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados (MENAMIRD); Daniel De los santos S. Presidente Coalición Nacional de Fe de Iglesias Evangélicas (CONFIE); Paula Borgen, Secretaria General Consejo Dominicano Pro Desarrollo Integral de la Comunidad (CODPRODICOM).