SANTO DOMINGO, RD.- Luego de cinco días de viacrucis los peregrinos de El Seibo llegaron al frente del Palacio Nacional, pero no fueron recibido por Ningún funcionario, por lo que decidieron trasladarse a la Casa de las Hermanas Dominicas a dos cuadras de la casa de gobierno.

Unas 612 familias desalojadas de sus predios, en 2018, emprendieron una caminada desde el pasado domingo desde la parroquia nuestra Señora del Rosario, en el Seibo, con el objetivo de llegar al Palacio Nacional en busca de la devolución de la tierra arrebatada por orden del terrateniente Pedro Guillermo Varona (El Cubano) a base de sangre y represión.

El sacerdote Miguel Angel Gullón, asesor espiritual de los campesinos perteneciente a la Asociación Mamá Tingó, deploró que al llegar al Palacio Nacional un supuesto viceministro, sin nombre, recibiría una comisión de los caminantes, lo que fue rechazado por el grupo.

Tras varias horas frente a la casa de gobierno, los peregrinos recibieron alimentos de parte de varias organizaciones como la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y otras.

Tras no tener respuesta de las autoridades, los campesinos decidieron trasladarse a la casa de Las Hermanas Dominicas para descansar, sobre todo, personas de avanzadas edad que hicieron el recorrido desde El Seibo.

A su llegada a Santo Domingo, los peregrinos recibieron el respaldo de cientos de personas que se concentraron en el Parque Enriquillo convocadas por diferentes organizaciones como el Foro Ciudadano, La Coordinadora Nacional Campesina y otras, quienes los acompañaron hasta el Palacio Nacional.

A media tarde, esperaban la visita del Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, quien llevaría alguna información al grupo.

Una vez recibida la visita de Ulloa, los Peregrinos tienen programado regresar al El Seibo y programar nuevas formas de lucha hasta lograr su objetivo de que les devuelvan los predios que les fueron arrebatos para ponerlos a producir nuevamente.

Otra de las demandas de los campesinos es que se haga justicia por la muerte de un niño y las agresiones de que han sido víctimas los agricultura durante años por reclamar sus derechos.