SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El diputado por la provincia Monseñor Nouel, José Fabián, muestra el estado de paralización de esa localidad a partir del cierre de la empresa minera Falcombridge Dominicana, con alrededor de mil trabajadores despidos, de ellos 625 sin recibir un centavo de prestaciones laborales.
Recuerda que en 1952 la minera comenzó las exploraciones en la Loma de la Peguera y las operaciones en los años 70, lo que llevó a la provincia a ocupar el octavo lugar en desarrollo humano, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Sin embargo, afirma que en los actuales momentos la localidad pasa por una situación muy difícil y calamitosa con 625 trabajadores despedidos hace tres meses sin prestaciones laborales.
Pero además, apunta, 375 empleados que no reciben un solo centavo desde hace seis quincenas, por lo que ya no cuentan con créditos en ningún establecimiento comercial.
“Ya no les fían en la farmacia, no pueden inscribir los niños en el colegio, mientras están endeudados en los bancos, en la cooperativa, por lo que la provincia atraviesa por una situación muy difícil”, sostiene el legislador perteneciente al partido Fuerza del Pueblo.
Señala que el cierre de la empresa y el despido de todos sus empleados, afecta todo el comercio, los centros de diversión, de salud, de educación.
Compara la crisis actual en Monseñor Nouel, a la que se presentó en el año 2008, siendo presidente Leonel Fernández, cuando los trabajadores quebraron prácticamente la cooperativa y para salvarla el Poder Ejecutivo prestó 74 millones de pesos y se pudo saldar el compromiso de los trabajadores.
El legislador apela al presidente de la República, Luis Abinader, al ministro de Trabajo, Luis Miguel Decamps, para que busquen una solución urgente a estos trabajadores, tras afirmar que están desesperados junto a sus familias y toda la población.
Expone que los trabajadores han realizados marchas, piquetes, instalados carpas frente a la gobernación provincial, sin encontrar respuestas, por lo que ya no resisten más.
A estos agrega, que los bienes de la empresa como casas, solares, áreas verdes y otros los han ido vendiendo, mientras el pillaje se apodera de bienes de oficinas y otros en la misma minera, sin que nadie actúe.
Indica que mientras todos los bienes de la minera desaparecen, no se sabe como se va remediar el pasivo ambiental que dejó la explotación de la empresa en toda la provincia.