SANTO DOMINGO.- El párroco de la iglesia San Pablo, en Cristo Rey, José Luis Hernández, considera que el Plan de Seguridad Ciudadana se cayó en ese sector y La Zurza, ya que solo se cumplió con la presencia de agentes de la Policía Nacional, pero las autoridades se olvidaron de los demás componentes.

El cura de la iglesia Católica afirma que en esos barrios no se han visto las obras que fueron prometidas como la construcción masiva de canchas deportivas, creación de empleos para jóvenes, construcción y mejora de viviendas.

Sostiene que los puntos de ventas y distribución de drogas continúan en sus mismos lugares, y que el desarme de la población no es más que un mito.

Recuerda que el 4 de junio el Ministerio de Interior y Policía, lanzó el programa piloto de la Estrategia Integral de Seguridad Ciudadana en Cristo Rey, en .un acto encabezado por el presidente Luis Abinader, lo que realmente empató a muchos delincuentes por la presencia policial.

Señaló que él reclamó a los responsables del programa en el barrio que los demás componentes que se prometieron no se han visto como la reparación de casas, el arreglo de calles, aunque si asfaltaron algunas avenidas,

Asimismo, deplora que en principio se repartieron algunas raciones alimenticias, pero luego se abandonó, tampoco han sido recuperados los espacios públicos.

El sacerdote Hernández indica que Cristo Rey es un barrio con muchas necesidades de desempleo, hacinamiento y falta de espacios para estudiantes, que no se resuelven con el envío de muchos policías, sino con acciones puntuales.

“Aquí hay mucho muchachos sin oportunidad de trabajo, sin estudio, hay mucho hacinamiento, y todo eso producen delincuencia”, expone Hernández al ser cuestionado por este diario.

Sostiene que los puntos de drogas se mantienen intactos, pero lo peor es que todo el mundo sabe donde funcionan, lo que reafirmó recientemente el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas, al decir que Cristo Rey estaba entre los cuatro barrios de mayo consumo de estupefacientes de la capital.

“Aquí hay mucha drogas, en Hoyo de Chulín, El Caliche, pero los vendedores de esas sustancias no son tocados”, afirma el párroco de la zona.

Considera que los millones de pesos que recaudó el gobierno con el registro de las motocicletas en el barrio debieron ser utilizado para reforzar el Plan Integral que fue concebido y que no ha sido cumplido.

De igual modo, criticó el llamado desarme, dentro del gran plan, tras considerar que no fue más que una pantalla, debido a que no es cierto que los delincuentes entregaron pistolas, revólveres y otras.

Cree que las armas que exhibieron las autoridades fueron llevadas por ellas mismas, y que un punto de recolección que funcionaría en la parroquia San Pablo nunca funcionó.