SANTO DOMINGO.- El geólogo Osiris de León advierte hoy sobre el peligro a que se exponen la vida de las personas, viviendas, edificaciones como torres, escuelas, hospitales y otras, sino se toman en cuentas los tipos de suelos, tras señalar que la isla atracvesadas por fallas sísmicas de gran importancia.
Exhorta a diseñar las edificaciones en el país en base a un ordenamiento territorial luego de tomar en cuentas los tipos de suelo.
Durante una conferencia titulada Tiempos de Pandemia Entre Huracanes y Terremoto, De León instó a tener cuidados a la hora de levantar estructuras como escuelas y hospitales con el mismo diseño para todos los lugares, tras poner como ejemplo que no es lo mismo un suelo en Los Prados y San Gerónimo que en el Naco o Gazcue.
En el evento efectuado en el auditorio de la Universidad Nacional Pedro Henrique Ureña (UNPHU), De León manifestó que los terremotos son de los fenómenos más peligrosos, porque hasta ahora son impredecibles, contrario a los huracanes que pueden pronosticarse con días y semanas de antelación.
Aunque en la isla existe 14 fallas sísmica, son dos las más peligrosas, la de Enriquillo y la Septentrional, que podrían generar importantes sismos, la Enriquillo, que se extiende a través de la parte sur, sobre el mar Caribe; y la falla Septentrional Oriente, que discurre a lo largo del lado norte de la isla.
Según el experto en la materia, son las dos fallas a las cuales la sociedad dominicana y la sociedad haitiana tienen que prestar atención, al igual que Puerto Rico.
Explica que los eventos menores que se han producido en algunos lugares como Santiago, La Vega, Bonao, San José de Ocoa, no están vinculados a las dos fallas citadas, si a fallas menores que producen daños menores.
Aclara que los daños ocasionados en Santiago y La Vega no han sido por terremoto con epicentro en esas localidades, sino por epicentro cerca de Puerto Plata con amplificación en la ciudad de los 30 caballeros.
Ese efecto de amplificación, señala, fue que destruyó a Jacagua, al norte de Santiago, que destruyó a esta ciudad en 1842.

Pero también, dijo, ese mismo efecto se produjo en Puerto Plata, y en Nagua, el 4 de agosto de 1946.
Afirma que los niveles de daños por terremotos no lo determina la cercanía de la falla sino el tipo de suelo, por lo que la destrucción del Palacio Nacional de Haití, en Puerto Principe y otras efificaciones se produjo porque el suelo es arcilla calcaría que amplificó el espectro sísmico, entró a la estructura y la destruyó.
Alerta que tipos de suelos como el de Los Prados, San Gerónimo, Los Jardines, Los Ríos, Santo Domingo Oeste, , La Vega, Santiago, Bonao, debe ser tomados en cuenta a la hora de levantar edificaciones.

Advierte sobre la tendencia en el país a construir estacionamientos abiertos en el primer piso de las edificaciones, con columnas sin muros perimetrales, que son un peligro en sectores como Los Prados, San Gerónimo, Los Ríos, La Castellana.
Sin embargo, considera que estas construcciones si lo resisten los suelos del Naco, Piantini,en La Sarasota, Anacaona y en La Bolívar.
Destaca tomar en cuenta la caracterización de los suelos en base a un ordenamiento territorial y que las normas de construcción estén cimentadas sobre esa información.
Expone que las ondas sísmica viajan a través de diferentes velocidades con diferentes amplitudes, por lo que la roca base tienen alta frecuencia y baja amplitud y de onda, es menos destructiva.
En cambio, los sedimentos suaves, arcilla, arena, aluvión tienen baja frecuencia, alta amplitud de onda y son más destructivas.
“Eso debemos ponerlos en práctica aquí cada día, en cada zona donde vayamos a construir hospitales, escuelas, puentes y torres, no trabajar bajo el criterio del espejo”, estima Osiris de León.
Deplora que por décadas en RD han sido diseñadas escuelas y hospitales de gabinete, por lo que una vez listos los planos se llama a licitación sin que el ganó el concurso sepa donde se van construir la edificación porque no se tienen siquiera el solar.
“Y esto es delicado, porque una escuela en Naco y una escuela en San Gerónimo aunque con el mismo diseño no van a responder igual el día de un evento sísmico”, advierte.