SANTO DOMINGO, DN.- Las más de 620 juntas de vecinos son el tejido social que sustenta la Alcaldía del Distrito Nacional para una mejor eficiencia de la gestión, porque estas son la representación genuina de los munícipes en los más de cien barrios y sectores de la capital de la República Dominicana que ocupan los 92 kilómetros cuadrados de este territorio.
Así lo considera Dulce Ferreira, encargada del Departamento de Juntas de Vecinos del ADN, quien resalta que además de la participación activa de estas organizaciones en el Presupuesto Participativo, también colaboran con el cabildo en otras acciones sociales.
Explica que el Presupuesto Participativo que establece la Ley 176-07 lo que trata es de descentralizar los recursos y democratizar las obras en los diferentes sectores, precisamente lo que hace la alcaldesa Carolina Mejía.
Las organizaciones sociales se reúnen en asambleas en sus respectivos territorios donde definen las obras prioritarias que someten al cabildo para su ejecución.

La circunscripciones 1 y 2 cuentan con más de 100 juntas de vecinos cada una, pero la 3 con casi 300, ya que es donde existe la mayor cantidad de personas en 19 barrios a lo largo de los ríos Ozama e Isabela.

Una vez juramentada una de estas organizaciones tiene un periodo de vigencia de dos años, por lo que cumplido el plazo en el lugar se debe convocar nuevamente a elecciones para lo que necesita del aval del gobierno local quien mediante reglamento establece los requisitos.
Una vez juramentada la directiva de una junta de vecinos, precisa, esta es soberana para organizar las actividades que crean convenientes para la comunidad que lo eligió.

No obstante, señala, cuando el gobierno local organiza una actividad en un determinado barrio o sector, se apoya en las juntas de vecinos, como por ejemplo operativo de salud, de limpieza, educación y otras.
Indica que si en una comunidad hay un operativo de salud con embarazadas, es a la dirigencia de las juntas de vecinos a quienes se encarga de organizarla y entregar canastillas, ya que son quienes conocen a cada uno de los habitantes en cada lugar.
Sostiene que a pesar de que algunas organizaciones están contaminada por el partidarismo, cada vez que la alcaldesa Mejía acude a un lugar lo primero que advierte es que el cabildo es un arcoíris, no es de nadie en particular sino de todos los capitaleños.
Entre las obras que más exigen los sectores y barrios de la capital son corrección de drenaje pluvial, aceras y contenes, remodelación de plazas y parques, limpieza de cañadas y otras.

De su lado, Belkis Santiago, coordinadora de la Unión de Juntas de Vecinos de la Circunscripción 3 del DN, afirma que lo que más exigen los 19 barrios de esa demarcación son limpieza de imbornales, aceras y contenes, así como alumbrados y otras que no tienen que ver con el gobierno local.
Destaca que aunque las obras no correspondan al cabildo esta gestiona con las instituciones que tienen que ver con el tema para que lo resuelvan.
Cada 31 de marzo se celebra el Día Nacional de las Juntas de Vecinos, lo que se aprovecha para realizar un congreso, por lo que este año se efectuó en el club Mauricio Báez, donde se presentaron los resultados del trabajos de estas entidades de base, su fortaleza, debilidades y retos.
En el escenario se presentan los resultados del trabajo realizado por las juntas de vecinos y la alcaldía, en cuanto a cumplimiento de las acciones programadas.
De igual modo, el cabildo presenta sus planes para cada una de las tres circunscripciones que conforman la ciudad de Santo Domingo, así como los resultados del trabajo realizado, es como una especia de rendición de cuentas a los munícipes a través de estas unidades.
En esos congresos se presentan además temas específicos en mesas de trabajo como salud, educación, género, medio ambiente y otros.