Las micro, pequeñas y medianas empresas dominicanas requieren ayudas directas para aumentar su formalización, bancarización y digitalización para recuperar los niveles de empleo y de productividad previos a la pandemia del COVID-19
Un informe regional destaca que la crisis del COVID-19 muestra nueva vez los desafíos estructurales y de largo plazo del mercado laboral dominicano y de América Latina (altos niveles de informalidad, disparidades de género, rápido cambio tecnológico, crecimiento global, entre otros).
Afirman que recuperar el empleo perdido por la pandemia será una tarea muy difícil, por lo que se necesitan propuestas de políticas públicas coherentes y apoyos reales a las pequeñas y medianas empresas.
Destacan que los procesos para seguir son: la reactivación, el desarrollo de tecnologías digitales, la articulación de actores, los endeudamientos, la institucionalidad de políticas para la transformación productiva y enfrentar la informalidad.
Muestran que en los mercados laborales de la región predominan unidades productivas muy pequeñas, de baja productividad y que concentran una elevada proporción del empleo; que las mipymes tienen escasos encadenamientos con empresas de mayor tamaño y eso limita su adopción de tecnologías y su crecimiento y que el predominio de mipyme y de trabajadores por cuenta propia es un factor importante de la alta informalidad que caracteriza a la región de América Latina y el Caribe.
Además, existen brechas importantes con respecto a las empresas más grandes en cuando a calidad del empleo, de ingresos, de productividad, educativas, de informalidad, de cobertura de la seguridad social, de grado de sindicalización, entre otras.
El análisis llamado “Reactivación de la Mipyme en el contexto del COVID-19”, fue elaborado por el Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento (CELIEM), El Colegio de la Frontera Norte (COLEF) y El Instituto de Administración Pública (ICAP) en el marco del I Encuentro Virtual en Centroamérica, realizado en setiembre del 2020.
“Tenemos que pensar que las políticas, los programas y los procesos productivos tienen que trascender los períodos gubernamentales para pasar de ser políticas de Gobierno, o programas de Gobierno, a convertirse en políticas de Estado sostenibles que comprendan no solo las necesidades de un grupo o de un equipo que temporalmente está tomando decisiones en el poder, sino que pueda generar las condiciones de quienes de manera permanente están activando el sector productivo, están generando empleo y están promoviendo condiciones de crecimiento”, citan Luis Álvarez Soto, director ejecutivo CELIEM, y Araceli Almaraz, del COLEF.
Resaltan que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) expresó que la crisis del COVID ha causado una recesión sin precedentes en este 2020 también en términos de porcentaje de trabajadores informales en el total de ocupados, causando que se regrese a los niveles similares a los del 2012, eliminando los avances que se habían logrado.
Mientras los trabajadores del sector informal, se han visto afectado en mayor medida que en crisis anteriores y actualmente hay más gente buscando empleo, pero menos empleos disponibles.