SANTO DOMINGO, -El litoral sur de Santo Domingo vuelve a ser inundado por toneladas de residuos sólidos y lilas arrastrados por las aguas de los ríos Ozama e Isabela, que a su vez las reciben de más de 80 cañadas del Distrito Nacional, Santo Domingo Este, Norte y Oeste.
Antes de las recientes lluvias las lilas formaban una especie de alfombra verde sobre el río Isabela, lo que ambientalistas como Luis Carvajal consideran respuesta de los afluentes al grado de contaminación de las aguas para darle oxigeno.
Las lilas y los residuos como plásticos y otros, llegan al Mar por la desembocadura del Ozama, en el puerto Don Diego, por lo que son lanzadas luego a los arrecifes y playas como la de Montesinos, Fuerte San Gil y Guíbia ofreciendo un espectáculo negativo al frente marino de Santo Domingo, uno de los atractivos turístico de la ciudad.
Frente al Fuerte San Gil, Guibia y plaza Juan Barón es donde más se observa la gran cantidad de lilas flotando en las aguas del mar que la lanza hacia la orilla.
Una enorme mancha verde cubre buena parte del frente marino, así como de residuos sólidos, especialmente plásticos, ya se observan en las playas citadas anteriormente.
Debido a la enorme cantidad de lilas y basura hubo que abrir del puente flotante para evitar que este fuera represado.
De no hacerlo la cantidad de lilas y residuos se torna inmanejable al ser represadas en el puente Flotante con el peligro además de que las agua sdel Ozama se expandan y lleguen al barrio la Ciénega y otros ubicados en sus márgenes.
La colocación de pequeños barcos para retener los residuos en el Ozama, no ha surtido los resultados esperados, porque estos siguen llegando al Mar causando graves daños a la especie marina y al turismo.
Normalmente brigadas de la Armadas Dominicana, prácticamente a manos peladas, hacen esfuerzos por despejar las lilas y los desechos sólidos compromida en el Flotante que debido a la presión dificultaba la labor.
La labor que deberían desarrollar equipos como retroexcavadoras y otras maquinarias modernas las hacen brigadas con machetes y otros instrumentos rudimentarios, por lo que tardan para despejar los desechos.
Según los brigadistas, la alfombra de lila corresponden básicamente al río Isabela, aunque en menos volumen del Ozama.
De acuerdo a los obreros, el colchón de desechos sólidos y lilas tiene varios pies de profundidad, por lo que se camina sobre ella sin ninguna dificultad.
Yovany Guzmán, experto ambiental y dirigente de la Fundación Comunitaria de Saneamiento Ambiental Guandules, La Ciénega, Guachupita y 27 de Febrero (Fucosaguscigua27) atribuyó la cantidad de desechos a las cañadas sin limpiar que entran al río Isabela desde Santo Domingo Norte.
Explica que ríos y cañadas como Yaguasa, que recorre amplias comunidades de Santo Domingo Norte y desembocan en el Isabela por el Parque Mirador Norte, son fuentes de transmisión de toneladas de desechos y aguas residuales.
De igual modo, las cañadas que van desde la altura del kilómetro 9½ de la autopista Duarte, Los Ríos y otras que también descargan en el Isabela, que a su vez deposita en el río Ozama y desde ahí al litoral de Santo Domingo.
Guzmán lamenta que en vez de que esos desechos sólidos sean retirado en camiones desde el Puente Flotante, las brigadas de la Armada lo que hacen es abrir las barcazas para que sigan hacia el litoral, en donde se hace más difícil su recolección.
Sugiere al Ministerio de Obras Públicas y a la Dirección de Dragas de la Armada Dominicana abrir el Flotante cuando hay pronósticos de aguaceros para evitar que este se conviertan en represa del Ozama y cause daños materiales.