SANTO DOMINGO, RD.-Para que la República Dominicana se adapte a los cambios climáticos que se producen necesitaría alrededor de US$9000 millones en inversiones, sobre todo, en seguridad hídrica, alimentaria y ciudades resilientes.

La cifra fue revelada por el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Cera Hatton, durante el lanzamiento del programa que busca movilizar recursos internacionales para el sector privado, en colaboración con el Fondo Verde del Clima y el Instituto Global para el Crecimiento Verde.

Ceara Hatton recordó que la mitigación y la adaptación al cambio climático requiere financiamiento de los países desarrollados, “pues implica transformar en gran medida la forma de vida como “la estamos llevando hasta el día de hoy”.

Invitó a repensar, cómo se va a reorganizar esta economía y esta sociedad, ya que se estima se estima una inversión requerida, para la adaptación de alrededor de 9,000 millones de dólares en inversiones.

Explicó que esa inversión deberá estar destinada, sobre todo, a los sectores de seguridad hídrica, seguridad alimentaria y ciudades resilientes.

“Yo sé que son mucho más las necesidades de financiamiento dada la necesidad de cambiar gran parte de la estructura productiva”, indicó.

 De su lado, la viceministra de Cambio Climático y Sostenibilidad, Milagros De Camps, resaltó que “para llegar a ser sostenibles debemos imaginar un modelo alternativo de producción, de consumo, de relación con nuestro entorno.

Y posteriormente, dar pasos concretos para minimizar el impacto ambiental, desde lo individual, pero sobre todo como sociedad.

“Para pequeños estados insulares como el nuestro, el incremento de la frecuencia y la intensidad de las precipitaciones fuertes, en conjunción con el aumento del nivel del mar, han significado importantes pérdidas económicas, humanas, de viviendas y cultivos”, dijo De Camps.

Mientras, que Ferruccio Santetti, representante regional de GGGI Latinoamérica y el Caribe, destacó que el GGGI “apoya la transición de sus países miembros y socios hacia un modelo de crecimiento verde mediante el desarrollo e implementación de estrategias que logren simultáneamente la reducción de la pobreza, la inclusión social, la sostenibilidad ambiental y el crecimiento económico».

Siendo un ejemplo de esto, la gestión del GGGI que apoyó al canje de deuda por clima de Ecuador.

Asimismo, “entre 2015 y 2022, GGGI logró movilizar inversiones por un valor de más de 8.200 millones de dólares americanos a nivel global en los sectores de uso de suelo, ciudades, energía y transporte. El financiamiento público nacional e internacional representa el 71% de estos compromisos, y el capital del sector privado, el 29% restante”, puntualizó Santetti.

Agregó que el año pasado los equipos del GGGI gestionaron el desarrollo e implementación de más de 183 proyectos y políticas de inversión a nivel global. Además, en el mismo periodo, se llevaron a cabo alrededor de 200 actividades de desarrollo de capacidades, formando a más de 42.000 participantes, entre los que se encontraban funcionarios gubernamentales y actores del sector privado.

El proceso de mejora y actualización de la (NDC-RD 2020) establece los compromisos climáticos del país al 2030, los elementos que guiarán el plan nacional de acción climática y, al mismo tiempo, las estructuras y arreglos de gobernanza que permitirán avanzar hacia una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y resiliente a los efectos e impactos del cambio climático.

 Además de Ceara Hatton y Milagros De Camps, en el acto de lanzamiento del programa participaron representantes de diversos ministerios, así como Alejandro Fernández W., superintendente de Bancos; Max Puig, director ejecutivo del Consejo Nacional de Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, y Melba Segura, presidenta de la Fundación Sur Futuro.

Por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales estuvieron además José Elías González y José Ramón Reyes, viceministros de Recursos Forestales y de Recursos Costeros y Marinos.

FOTOS

En la primera foto se observa la gran cantidad de sargazo que invaden las playas del Este del país, en esta ocasión playa Guayacanes, perteneciente a San Pedro de Macorís.

En la segunda fotografía, las lilas copan las agua del río Isabela, entre el Distrito Nacional y Santo Domingo Norte, funcionan como mecanismo de defensa del agua ante la agresiva contaminación del acuífero.