MANZANILLO, Montecristi, RD. – El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (CEBAMDER) considera que el Plan de Ordenamiento Territorial para el municipio Pepillo Salcedo, elaborado por el Ministerio de Planificación, Economía y Desarrollo de la República Dominicana con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo Internacional (BID), no es más que «un monumental adefesio».
Afirma que facilita la apropiación de los suelos estratégicos del municipio, especialmente de Manzanillo, por grandes grupos empresariales, en particular consorcios energéticos, mientras impone fuerte regulaciones que podrían expulsar a los residentes locales y aumentar el costo de vida en Manzanillo.
Frank Valenzuela, presidente de la organización ciudadana, destacó que el plan parece más un instrumento para regular la vida de los ciudadanos locales que una herramienta efectiva para gestionar el desarrollo equitativo y sostenible del municipio.
Valenzuela asegura, que, mientras los grandes consorcios energéticos han sido favorecidos con los suelos más estratégicos del municipio, los residentes enfrentan restricciones que limitan sus oportunidades de desarrollo.
El presidente del CEBAMDER hizo un llamado a los miembros de la sala capitular del Ayuntamiento del municipio Pepillo Salcedo a revisar profundamente este plan.
Señaló la necesidad de cuestionar la entrega de terrenos clave en la entrada de Manzanillo a la empresa FERQUIDO y la destrucción ambiental de lugares como la playa Estero Balsa y los humedales del Parque de Manglares Estero Balsa.
Estos actos subrayan que el plan justifica la entrega de suelos valiosos a intereses privados en lugar de proteger los intereses de la comunidad.
Valenzuela expresó su oposición a la aprobación del plan por parte de los regidores del ayuntamiento, calificándolo de «monstruoso adefesio» que entrega el territorio a consorcios sin considerar el bienestar de los ciudadanos de Manzanillo. Esta crítica destaca la necesidad de proteger los intereses públicos frente a las ambiciones de entidades poderosas.
El presidente del Centro CEBAMDER también enfatizó que el plan no solo falla en proteger los recursos naturales clave como los manglares de Estero Balsa, sino que también ignora el impacto ambiental de las operaciones de los consorcios energéticos.
Esta negligencia, señala, ha provocado una destrucción considerable del ecosistema local, afectando la biodiversidad y la calidad de vida de los habitantes.
La posición de CEBAMDER, respaldada por evidencias cpmp la entrega de espacios estratégicos a militares y dirigentes políticos sin una consulta adecuada con los ciudadanos, ilustra un patrón de despojo y desconsideración por la planificación participativa.
Valenzuela critica este enfoque, que marginaliza a la población local mientras beneficia a unos pocos elegidos.
Además, la falta de un estudio de impacto ambiental antes de permitir intervenciones de consorcios energéticos revela un grave descuido de las obligaciones legales y éticas por parte de los responsables del plan.
Según Valenzuela, este descuido no solo compromete la integridad ambiental de Manzanillo, sino que también pone en riesgo la salud y seguridad de sus habitantes.
En respuesta a estos problemas, CEBAMDER insta a los ciudadanos de Manzanillo a exigir transparencia y responsabilidad en la gestión del uso del suelo.
La organización subraya la importancia de una planificación que verdaderamente refleje las necesidades y deseos de la comunidad, en lugar de someterse a la influencia de poderes externos.
Valenzuela llama a una movilización comunitaria para defender los derechos a un entorno saludable y un desarrollo justo. Insiste en que es esencial para la supervivencia a largo plazo de Manzanillo que se realicen cambios significativos en cómo se planifica y se toman decisiones sobre el uso del suelo.