Cientos de personas incomunicadas en La Victoria por crecida río Cabón; afectados acuden a bote si tienen emergencias
Cientos de personas de las comunidades Rancho Arriba, Cabón, Los Mercede y otros se encuentran incomunicadas con La Ceiba, Los Castillos y Reventón, debido a la crecida del afluente, por lo que confrontan graves dificultades para abastecerse de alimentos.
Quienes habitan al otro lado del río también confronta problemas para recibir asistencias de salud, por lo que algunos han muertos en el camino por falta de transporte y otros tienen que arriesgarse a tomar un bote para poder llegar hasta un centro sanitario.
Marlenis de Jesús, narra que hace poco murió en el camino el anciano Eusebio Anduey, de 90 años, tras sufrir una hipoglucemia y no poder trasladarlos a tiempo a un hospital por la crecida del río.
“El señor murió luego de sacarlo en un caballo, porque tampoco el camino sirve, pero al llegar al río este estaba desbordado, por lo que a pocos minutos murió”, expresó.
A pesar de que la comunidad pertenece al Distrito Municipal La Víctoria, del municipio Santo Domingo Norte, a esa zona no llega el Sistema a Emergencia 911, porque es imposible cruzar el afluente, pero tampoco penetrar a Rancho Arriba donde los caminos están intransitables para vehiculos.
Ayer la joven Obeli Jorge se cayó desde un caballo y tras sufrir golpes severos en la columna vertebral hubo que montarla en un bote que prestó el Ministerio de Medio Ambiente y luego tomar una motocicletas para ser trasladas hacia el hospital Traumatológico Ney Arias Lora.
La odisea también alcanzó a su hija de apenas cuatro meses de nacidas, que se vio obligada a llevar en brazos porque solamente se alimenta de leche materna.
El río Cabón lleva más de dos semanas desbordados debido a las constantes lluvias, sin que ninguna autoridad vaya por la zona ayudar a los incomunicados, a pesar de que en Rancho Arriba existe la mesa electoral 1001 donde los políticos van a buscar votos en las elecciones.
Es una comunidad productora de cacao, ahuyama, arroz y otros productos agrícolas, además del Parque Los Humedales del Ozama.
Danilo de Jesús, quien esperaba personas para cruzarlos en el bote, narra que la situación en que viven es muy difícil, pero que no tienen otra alternativa que vivir ese calvario tres y cuatro veces al año.
Esperaba del lado de la Ceiba una producción de más de mil unidades de ahuyamas del lado de Rancho Arriba para luego ser trasladadas al Mercado Nuevo.