SANTO DOMINGO.- Vecinos del residencial La Julia, en el Distrito Nacional, denuncian la intranquilidad a que han sido sometido por dos personas fumadores empedernidos, en el segundo piso del Edificio Costa Azul, propiedad del doctor José Acosta Angomas.
Mediante una comunicación pública expresan que estos señores fuman más de 12 horas al día, por lo que vecinos en el edificio Melina, Torre Carolina, residencial Lizbeth 2 y el propio edificio Costa Azul tienen que soportar el vicio y ver afectados de manera ostensible su sosiego y salud.
Advierten que esto representa un enorme riesgo para las propiedades, ya que en cualquier momento, que Dios no lo quiera, pudiera haber un incendio en el lugar.
El doctor. José Acosta Angomás es miembro activo de la Sociedad Dominicana de Cirugía Vascular y Endovascular, por lo que lo responsabilizan en caso de sufrir una perdida multimillonaria por no resolver el problema.
Señalan en el documento, que en todos estos inmuebles hay personas que sufren de cáncer y distintas enfermedades, que de manera inconcebible tienen que soportar los caprichos de estos elementos todos los días y sin descanso.
Indican que el individuo que vive ahí no sale en el día entero y la compañera rara vez lo hace, lo que representa un envenenamiento permanente.
Estiman inaudito que siendo Angomás un médico , no haya resuelto desde hace tiempo una urgente situación de salud, además de devolverle la calma y el sosiego a un sector que nunca había vivido una situación parecida.
Preguntan al cirujano que si es es fumador o si a le gustaría que un hijo suyo o él mismo tuviese que pasar por esta desgracia.
¿USTED SOLO ES MEDICO CUANDO RECIBE DINERO DE UN PACIENTE? CUANDO USTED SALE DE SU TRABAJO NO LE IMPORTA LA SALUD DE NADIE?
Afirman que los edificios están hermanados desde hace muchos años para el no uso de alarmas sonoras, sin embargo en edificio Costa Azul solo dos carros poseen este tipo de alarmas, los de estos individuos, que para colmo son sumamente estridentes.
El individuo, precisan, de aspecto extraño, se jacta de que ambos vehículos poseen cámaras perimetrales y que tiene grabados a todos aquellos que se les acercan, sean personas que salen de Torre Carolina o a todo el que vive en Costa Azul.
Y que aparte de estas cámaras y alarmas, colocó otra que le permite saber a qué hora entra y sale cada quien, con quien lo hace, etc.
Considera increíble como se ha tolerado que un individuo desconocido y altamente despreciado afecte la privacidad de tanta gente.
Es increíble como un lugar que era un remanso de paz pasó a ser, desde que el doctor compro ahí, en un lugar con perros ladrando y haciendo ruido a cualquier hora, desagradables alarmas e impenitentes e inconscientes fumadores.
Para tratar de ocultar todo lo que se fuman, dicen, en el día entero, han adoptado la acostumbre de echar ambientadores, lo cual hace peor la situación, pues mucha gente está oliendo dentro de su apartamentos lo que dos viciosos entienden que deben oler.
“ESTA COMUNICACION SERVIRA DE CONSTANCIA, EN CASO DE QUE HAYA UNA TRAGEDIA, DE SU RESPONSABILIDAD”, advierten.
Considera que la única solución a este lamentable caso es que a la mayor brevedad posible esos elementos sean expulsados del vecindario y que Dios mediante, la tranquilidad y la armonía vuelvan a reinar.
Precisan que han manejado este difícil caso con diplomacia, pero lo único que le resta es colocarlo en manos de las instancias judiciales, instituciones de salud y la opinión pública, de las cuales esperan total solidaridad.