SANTO DOMINGO, RD.- Tanto en República Dominicana, como en las naciones de Centroamérica, el Caribe y de Suramérica, predominan necesidades básicas insatisfechas, que ponen en peligro el sistema democrático, en momento que también existen grandes desafíos y necesidades provocados por los grandes avances tecnológicos.
En eso coincidieron los ex presidentes de Argentina, Mauricio Macri; Laura Chinchilla de Costa Rica; Leonel Fernández, de República Dominicana, y el senador estadounidense Marcos Rubio, durante las discusiones sobre los principales retos en su relación de RD, Estados Unidos con Centroamérica, Suramérica y el Caribe.
La ex presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, consideró que el surgimiento de regímenes populistas en América Latina (AL) es las consecuencias de malas prácticas, las desviaciones y la falta de liderazgo democráticos, lo que cuesta muchísimo reconocer.
La ex mandataria manifestó la sensación de oportunidades perdidas en AL, a pesar de los momentos de gloria en muchas de las naciones a lo largo de la historia, como la obtuvo Argentina en la gestión de Mauricio Macri, donde exhibía una de las economía más ricas del mundo.
Pero también, recordó a Venezuela, en la década de los 70, que figuraban entre las 20 economías más prósperas del mundo, pero que podría citar muchos logros en otras naciones en el plano social y político.
Resaltó que la región fue la que con más intensidad y consecuencia abrigó el credo democrático en la primavera, sin embargo, dijo, en la última década observa el surgimiento de autocracias.
Alerta deterioro de democracia
Por eso, sostuvo, que ya Idea Internacional presenta Al como la región que por más años consecutivos experimenta deterioro democrático de manera acelerada.
Alertó que la nueva normalidad en la que la humanidad tienen que acostumbrarse es las crisis que sucederían unas tras otras, lo que define como “policrisis”.
“Ahora hablamos de crisis que se sobreponen y se mezclan y que hacen muchísimo más complejas las tomas de decisiones y de diseños de políticas, ese es el mundo hoy”, sostuvo.
Agregó las crisis sísmicas, estructurales, como la generada por el cambio climático, la generada por el campo tecnológico, con todo el impacto de las desigualdades, que alimentadas por los temores en los ciudadanos, por desencanto y frustración, se convierten en el caldo de cultivo para el aprovechamiento del populismo.
Admitió que en la región han fallado en detener la corrupción, donde el tema ha sido totalmente obsceno, pero además alimentado con una alianza perversa entre sectores públicos y privados.
Jóvenes no creen en democracia
Recordó que ya para 1994, se advertía que crecía el enojo ciudadano sobre la democracia, y que si no se prestaba atención esto se convertiría en contra del sistema, por lo que eso es lo que siete hoy.
Citó el más reciente estudio Latinobarómetro señala que más del 50 por ciento de los latinos están dispuestos a que haya un régimen no democrático en sus países, siempre y cuando lo resuelvan los gobiernos.
De su lado, Mauricio Macri, ex presidente Argentina, manifestó que ha comenzado la era de las expectativas, con la revolución tecnológica jamás vista en la historia de la humanidad, con robótica, la genética, ahora más que nunca la inteligencia artificial,
Esa revolución, señaló, es la razón por la cual hay una inmensa cantidad de ciudadanos frustrados e insatisfechos.
Ante la modernidad
Informó que hay una revolución en los sistemas de salud y educación, en la forma en que nos comunicamos, porque entre las redes sociales las plataformas globales informan al segundo de cualquier hecho negativo que sucede en cualquier parte del mundo, comprobando que las buenas noticias viajan acabando y las malas serán vivas.
Señaló que hoy un ciudadano recibe en 30 días más informaciones que 15 años atrás, por lo que la población de hoy es millonaria en información y billonaria en expectativas.
Afirmó que la gran cantidad de información que se recibe en la actualidad, en la que se sabe hasta lo que consume un rey, ha puesto en jaque la democracia.
Sostuvo que la tecnología genera el desafío de la fragmentación, donde aparecen unos liderazgos que proponen combinación de autocracia populista o populismo autocrático, que pide más poder y ofrecen mejor presente, a costa de su futuro y a costa de parte de su libertad.
Estos autocráticas, precisó, llegan al poder y comienzan a repartir subsidios para todos, agarran los fondos de pensiones de los trabajadores, la reservas del Banco Central, acompañado de un discurso muy resentido dividiendo entre ricos y pobres.
Los mismos problemas de siempre
El ex presidente Leonel Fernández, de RD, explicó que cuando se observa la agenda 20-30 de Organización de las Naciones Unidas, resaltan los temas de pobreza extrema, hambre, acceso a agua potable, vivienda digna, energía, es decir, problemas elementales de la subsistencia humana no resuelta.
Pero al mismo tiempo, señaló, el mundo enfrenta los grandes retos como la internet, computación cuántica, inteligencia artificial, secuencia del Genoma Humano, es decir, todos los problemas del mundo del futuro y que América Latina tienen que embestir de manera simultánea.
El ex mandatario Fernández considera que en términos generales desde el 2000 al 2020 fueron dos décadas perdidas para América Latina (AL).
Citó que desde el 2000 al 2003, AL creció 1,3 por ciento, lo que permitió que movimiento progresista llegue por vía electoral al poder, lo que definió como una gran conquista porque anteriormente se hacía a través de golpes militares o por guerrillas.
“Ahora, si bien se ha legitimado el poder por su acceso por vía electoral, todavía tenemos problemas de legitimidad en el desempeño, no siempre se gobierna democráticamente, es uno de los problemas que tenemos, cómo lograr que se gobierne en el marco constitucional de respeto a los derechos humanos y a los tratados internacionales, un tema pendiente en algunos países de la región”, explicó Fernández.
EE.UU. de espalda a la región
Por su lado, el senador por el Estado de La Florida, en Estados Unidos, Marcos Rubio, mostró preocupación por la pérdida de incidencia política de esta nación en los países de América Latina, lo que se refleja con la caída de regímenes democráticos y el surgimiento de líderes populistas como en Colombia, Brasil, Honduras, Bolivia y otros, a parte de los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde la democracia no existe.
Consideró que la región se ha convertido en una zona más hostil, menos alineada con los Estados Unidos, sobre todo, a partir de la llegada al poder del actual presidente norteamericano, Joe Biden.