BARAHONA, República Dominicana. -Inversionistas turísticos y comunitarios de Barahona, al Sur de República Dominicana, expresan preocupación por la extracción indiscriminada de piedras de las playas de esa provincia, ante la mirada indiferente de autoridades locales de Medio Ambiente.
Denuncian que cada semana entre 5 y 7 patanas tipo volteo penetran a las playas de Paraíso, Ojeda, Los Patos y Caletón, de donde salen llenas de piedras con destino a Santo Domingo y otras ciudades grandes del país.
Advierten que la extracción pone en riesgo inversiones multimillonarias que se proyectan desde Barahona, Paraíso, Enriquillo y otras localidades de la provincia, donde ya las aguas del mar están cambiando de color, de azul turquesa y blanco a lodo.
La práctica pone en peligro una inversión de más de 30 millones de dólares de la empresa Bizum Blu que proyecta un hotel ecológico de más de 500 habitaciones en Caletón, para lo que cuenta con los permisos de los ministerios de Turismo y de Medio Ambiente, pero que se podrían retirar si las autoridades no detienen la acción depredadora.
Además, afirman, la acción pone en peligro las localidades citadas debido a que ante cualquier fenómeno de la naturaliza podría provocar tragedia de consecuencias impredecibles.
Señalan como responsable de la acción a grupos de personas que cuentan con respaldo político, quienes a afirman que cuentan con permisos de Medio Ambiente de la provincia, por lo que exigen del ministro de ese organismo y del presidente de la República una investigación y detener la práctica.
Indican que los grupos que se dedican a vender las piedras supuestamente compran los permisos semanal o mensual, sin importar los daños ecológicos que provocan en la zona.
Precisan que las tormentas más recientes de finales del año pasado, ya que las localidades más cercanas a las playas sufrieron las consecuencias cuando las aguas del mar subieron por la carretera y dañaron propiedades.
Comunitarios que hablaron a condición de que sus nombres no se mencionen por temor a represalia, expresan que ya han tenido enfrentamientos y amenazas por quienes se dedican a la depredación que ven ella su modo de vida.
Precisan que los políticos de la provincia por quitarse presión de muchos envían a estos grupos a recolectar piedras a las playas, cuyas aguas ya comienzan a cambiar de color azul a amarilla por la tierra.