SANTO DOMINGO, RD.- Entre torturas, apresamientos, agresiones físicas y sexuales y de otras índoles, derribos de viviendas, miembros de la Fuerzas Aérea Dominicana han desalojados a 14 familias del barrio Nueva Jerusalén, ubicado detrás del complejo militar, donde más de tres mil familias son amenazadas .
Los moradores del lugar llaman la atención del presidente Luis Abinader para que detenga las acciones, ya que al parecer quienes dirigen la FAD la quieren convertir en una “inmobiliaria” que apetecen los terrenos con fines inconfesables.
Mercedes de Jesús Álvarez,   coordinadora en Contra del Desalojo en el Barrio Nueva Jerusalén, informó que luego que el director de la Oficina de Titulación del gobierno estuvo en el lugar y manifestó que calificaban para ser favorecidos con títulos definitivos, la FAD ha desatado una persecución feroz contra los que habitan el sector.
“Luego de esa visita el comandante de la Fuerza Aérea Dominicana, mayor general Carlos Ramón Febrillet Rodríguez comenzó la masacre en este barrio; estamos siendo víctimas de abusos, agresiones físicas y sexuales, psicológica, hasta secuestros y robos de pertenencias”, afirmó De Jesús Álvarez.
Mostró varias viviendas de concretos desplomadas en las que útiles escolares de los niños rodaban bajo los escombros, por lo que estos no asisten a la escuela.
También mostró documentos del Consejo Estatal del Azúcar, de Bienes Nacionales, del Tribunal de Tierra, del Poder Ejecutivo mediante un decreto, así como del Congreso, donde les reconocen los asentamientos.
Precisa que llevan 30 años en los predios, donde nadie quería vivir debido a que eran montes y culebras, pero luego que han sido desarrollados mueven la apetencia de inmobiliarias que desarrollan proyectos en los alrededores.

Considera extraño que envíen tropas a tumbar e intimidar a los habitantes del lugar, sobrevolando helicópteros y secuestrando a familias completas.
“Aquí nos secuestraron a ocho vecinos, se los llevaron a la Fuerza Aérea, allá los mantuvieron y les fabricaron un expediente de delincuentes y que tenían armas; a uno rompieron tres costillas con los golpes que les propinaron todo el trayecto; a otro lo retuvieron durante un mes, por lo que tuvimos que valernos de ocho abogados para defenderlos”, dijo para un trabajo publicado por el diario Hoy.
A Eddy Capellán fue a quienes los militares rompieron tres costillas, mientras que Antonio Vicente, plomero y padre de seis hijos, le dieron un disparo en una pierna luego que fuera secuestrado durante un mes en marzo pasado en el recinto de la FAD.
Además a Vicente los militares tumbaron su casa y sus seis hijos menores fueron montado en una camioneta de la Policía Nacional y trasladados a un destacamento próximo.

Ubicación
Precisa que están ubicados a más de 35 metros de la verja perimetral de la FAD, cuando la disposición expresa que el lindero es de 15 metros, sin embargo, han tumbado casas a casi 100 metros de distancia, por lo que no pueden alegar violación en ese sentido.
“Nos entristece que siempre para Navidad estamos en paz para compartir con nuestras familias, pero aquellos que han perdido su hogar no saben cómo la van a pasar; quienes estamos amenazados no sabemos a que hora de la madrugada nos van a sacar para tumbarnos lo único que tenemos”, advierte de Jesús Álvarez.
Deplora que el Tribunal Superior Administrativo falló con una medida precautoria para que la FAD detuviera la práctica, pero esta entidad ha seguido derribando casas a familias que han sacrificados todas sus vidas para levantar una estructura.
  La más reciente acción sucedió hace apenas dos meses cuando derribaron la casa de una madre soltera con cuatro hijos, a más casi 100 metros de la verja perimetral de la FAD, por lo que deambulan entre los vecinos y los niños fuera de las aulas.

El pastor Cristino Holguín, de la iglesia evangélica Faro de Luz, llama la atención del presidente Abinader para que frene la zozobra que mantienen los militares en el sector, a tal mundo que los niños no van a la escuela porque cada vez que salen y ven los guardias se devuelven por temor a que les tumben sus casas.
 Danilo Bautista, quien habita en Nuevo Jerusalén, confirmó que la persecución se produjo luego que el director de Titulación de la Presidencia anunció que los moradores del lugar calificaban para recibir sus títulos definitivos.

María Francisca Díaz, madre de tres hijos, aunque tienen su casa no ha podido colocar el piso ni pañetarla, porque los militares llegan al lugar desde que se percatan que llegan materiales de construcción.