SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En el Día Nacional del Merengue y en medio de algarabías, la Cámara de Diputados (CD) aprobó en primera lectura el proyecto de Ley que declara el merengue típico como patrimonio cultural inmaterial de la República Dominicana de la autoría de Jorge Hugo Cavoli.

El pleno de la CD acogió el informe favorable que rindió la Comisión Permanente de Cultura, que dirige el diputado Jorge Hugo Cavoli, y sin oposición aprobó la pieza luego de escuchar las ponderaciones de varios diputados de la región del Cibao resaltando el valor del merengue típico que es una marcha país que identifica a la República en todo el planeta.

El proponente del proyecto, el propio Jorge Hugo Cavoli, de la provincia María Trinidad Sánchez, manifestó que el Merengue típico fue la primera expresión musical que inició con las cuerdas y que luego adoptó el uso del acordeón que dio origen al género, declarado en 2016 patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

“Me siento sumamente orgulloso en proponer este proyecto, porque los dominicanos llevamos esta música en la sangre, nosotros consumismo esta música que la tenemos en al ADN en el desayuno, comida y cena”, expuso Cavolis, del Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Explicó que si bien es cierto que el merengue típico nació en el Cibao, es en la provincia María Trinidad Sánchez, donde existen sus exponentes más influyentes, entre los que citó a: Tatico Henrique, el más exponente de todos los tiempos de este género, Bartolo Alvarado (El Ciego de Nagua), al Prodigio, Chiche Bello, Geovanny Polanco, La India Canela, María Díaz, La Princesa del Acordeón y otros.

Asimismo, Braulio Espinal, del bloque Dominicano por el Cambio y Alianza País, destacó a quienes se fajaron para sacar este ritmo del Cibao y darlo a conocer en Santo Domingo y demás ciudades del país, así como llevarlo a Estados Unidos, Europa y otras latitudes del planeta.

Mencionó a exponentes como Niño Lora, Guandulito, Isidro Flores, Angel Viloria, Luis Quintero, Fefita la Grande, Raquel, Lidia de la Rosa, Arismendy Ramírez, el Negrito Figueroa, Ricardo Gutiérrez, Nicolás Gutiérrez, Francisco Ulloa, Kin de la Rosa, Arsenio de la Rosa, Agapito Pascual, así como muchos otros de la nueva generación.

Legisladores brotan orgullo cibaeño

Mientras que el diputado, también de Santiago,  de la Fuerza del Pueblo José David Báez, resaltó el valor de la pieza que identifica a la dominicanidad y fortalece el orgullo de la patria, sobre todo, que une a oficialistas y oposición.

“El merengue señores, no es solamente un ritmo, es un modo de vida sana donde la dignidad se respeta, donde la diversión no compite con la dignidad de la gente; nosotros como dominicanos estamos llamado a enaltecerlo, valorarlo, protegerlo, a preservarlo y a propiciar su difusión”, indicó.

El diputado Juan Medina, Puerto Plata, PRM, informó que fue a Guananico, de esa provincia, a donde llegó el primer acordeón en uno de los viajes de Cristóbal Colón, por lo que es a partir de ahí que hay merengue típico en la RD.

Manifestó que fue Facundo Peña, quien agregó una nueva tecla al acordeón original que llegó desde Europa, pero además su hogar se convirtió en el lugar a donde llegaban los músicos a reparar sus instrumentos.

¿Qué tomó en cuenta la comisión?

Para dar el visto bueno, la comisión de cultura tomó en cuenta que el merengue típico tuvo su origen en la región del Cibao, una región rural y agrícola, por lo que algunos merengueros lo llaman «música de campo».

Que en su evolución, en el “merengue típico» se utilizaba el acordeón, que reemplazó rápidamente a los instrumentos de cuerda como elemento principal.

La güira y la tambora, fueron parte del conjunto desde el principio de la música, y son tan importantes que a menudo son considerados símbolos del país; la güira es un instrumento de origen dominicano, mientras que la tambora es un instrumento de origen africano que, junto al acordeón europeo, forman el grupo típico que simboliza las tres culturas que se combinaron para hacer la música autóctona de la República Dominicana de hoy.

Asimismo, que dentro del merengue típico existen variantes lentas y rápidas; en los típicos lentos están: la mangulina, carabiné y el pambiche; en los típicos rápidos están: el perico ripiao (el que se usa hoy día), y el guinchao. Un tercer ritmo combina los dos primeros.

El pambiche, según la leyenda, es el nombre del jaleo de merengue lento que a los marinos estadounidenses les gustó, porque no pudieron bailar el merengue rápido auténtico, mientras estaban estacionados en el país, durante la ocupación del 1916.

 Subraya como una figura importante en los principios del merengue a Francisco «Nico” Lora (1880-1971), a quien se le atribuye la rápida popularización del acordeón, a comienzos del siglo XX.

Entre sus contemporáneos están Toño Abreu e Hipólito Martínez, mejor recordado por su merengue «Caña Brava»; y Luis Alberti, quien comenzó a tocar con instrumentación de «big band» y fue el responsable de llevar el merengue típico al gusto y aceptación de todas las clases sociales.

La comisión explica en el informe que rindió al pleno de la CD, que en la última mitad del siglo XX apareció Tatico Henríquez, considerado como el precursor del merengue típico moderno y uno de los máximos exponentes de este género de todos los tiempos.

Considera que el merengue típico ha experimentado un crecimiento exponencial en el gusto nacional e internacional, gracias a las interpretaciones y a la consolidación de valiosos artistas de este género, quienes han contribuido significativamente a elevar la calidad de este importante ritmo del pueblo dominicano.

Estima que se hace imprescindible declarar al merengue típico como patrimonio cultural inmaterial del pueblo dominicano e instituir el 30 de julio de cada año como “Día Nacional del Merengue Típico», para asegurar la preservación y la promoción de este importante género musical que dio origen a nuestro glorioso merengue y que se ha constituido en un valioso patrimonio cultural y artístico de la República Dominicana.

Además, con más de 180 ininterrumpidos de gusto y audiencia de nuestro país y el mundo, y que junto al merengue y a la bachata constituye uno de los ritmos autóctonos que ponen en alto la dominicanidad por su calidad y por su singularidad.