SANTO DOMINGO.- Cañadas con grandes cantidades de residuos sólidos, como Guajimía, en Santo Domingo Oeste, familias habitando en pendientes peligrosas como en La Javilla de Los Mina, Santo Domingo Este, así como cientos asentados a orilla de los ríos Ozama e Isabela, era el panorama este lunes en el gran Santo Domingo.
En algunos casos, como el de la pendiente de La Javilla, casi debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez, en Santo domingo Este, sus residentes se resistían ayer a abandonar sus viviendas ante los requerimientos de brigadas de la Defensa Civil, por temor a encontrarlas vacías luego que pasen los afectos del fenómeno.
Alfredo Félix, quien hace un año quedó a la intemperie luego de un deslizamiento sobre su casa en La Javilla, tras el pasado de la tormenta Grace, se vio obligado a regresar al peligro luego de varios meses de refugio en refugio.
Unas 14 familias de ese lugar estuvieron dos meses refugiados en la Escuela Elvira de Mendoza, en Los Mina y luego en el Centro Comunal La Lila, en Los Tres Brazos, sin embargo, al no llegar solución se vieron obligadas a regresar al zona de peligro en la Ribera del Ozama.
Algunos todavía se refugian en casas de familias y vecinos, como Félix, pero otros, volvieron a sus casas afectadas y en peligro de quedar sepultadas en cualquier momento, debido a que han sido abandonadas por las autoridades.
Las 14 familias damnificadas de Ribera del Ozama no tuvieron la misma suerte que las 30 familias afectadas por la crecida de la cañada de Los Ríos, en La Yuca, quienes reciben mensualmente el pago de alquiler de viviendas hasta tanto el gobierno construya las casas, además de las raciones alimentaria que reciben.
Alberto Sánchez, narra que luego de varios meses refugiados y promesas incumplidas no quedó otro camino que regresar al peligro que asecha cada vez que llueve.
Welington Santos, miembro de la Defensa Civil, en Los Mina, narra informó que ayer trataban de motivar a que salgan de sus hogares a las decenas de familias que habitan a orilla del Ozama y la Pendiente, pero estos se resistían alegando que no dejarían sus ajuares.
En cambio, en el Comité de Emergencia Comunitario de La Zurza preparó desde el sábado su plan de contingencia junto a la Defensa Civil, para entrar en acción si las circunstancias lo ameritan.
Francisco Reyes, quien forma parte del comité, explica que tienen control de la situación y que es a partir de dos o tres días después de las lluvias cuando el Isabela baja crecido.
Informó que las familias más vulnerables son 42 que habitan en las denominadas “casitas” a orilla del Isabela, desde hace 16 años, cuando la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret) la construyó para alojar de manera provisional.
En esas casitas, fueron trasladadas más de 200 familias que habitaban en el Hoyo de la Zurza para abrir camino a los camiones que transportaban la tierra del túnel para la construcción del Metro de Santo Domingo.
En Santo Domingo Oeste, los más vulnerables habitan sobre o en los laterales de la cañada de Guajimía, donde varias personas han sido arrastradas por sus aguas en tiempos de lluvias.
Ayer esta cañadas fue observadas tapadas de residuos sólidos, sobre todo plásticos, a su llegada a la avenida Prolongación 27 de Febrero, así como sobre la calle que se construyó sobre ella.
Aunque ayer habían dos camiones recolectando los residuos sobre la vía que cubre la cañada, la cantidad de basura era bastante, principal motivo de inundación cuando esta tapa el cauce de las aguas.
La CAASD
Mientras el Comité de Prevención y Mitigación de la Corporación del Acu educto y, Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) se declara en sesión permanente desde el pasado viernes, implementando las medidas preventivas ante las lluvias que deja en el país el huracán Fiona.
El director de la CAASD, Felipe Suberví, informó que el comité de prevención y mitigación de la institución se mantiene en sesión permanente desde el pasado viernes, implementando las medidas preventivas ante las lluvias que deja en el país el huracán Fiona.
Suberví puntualizó que se han tomado las previsiones para garantizar a la población del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, el abastecimiento de agua potable, que sobrepasa los 430 millones de galones diarios.