SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las constantes fugas de agua en calles y avenidas averías en las redes de distribución por la obsolescencia de las tuberías, así como conexiones irregulares, provocan serios trastornos en las vías debido a que dañan el asfaltado y coloca a los gobiernos locales entre la espada y la pared frente a los ciudadanos.
Esa realidad, que ha mejorado considerablemente en los últimos años, es la causa principal de la gran cantidad de hoyos en calles, callejones y avenidas en el Gran Santo Domingo, que al mismo tiempo generan taponamientos.
Pedro Richardson, experto en asuntos municipales y director ejecutivo de la Federación Dominicana de Distritos Municipales (FEDODIM) señala que ha habido un gran avance en cuanto a coordinación entre instituciones como Obras Públicas y las corporaciones de acueductos.
Explica que la práctica era que el Ministerio de Obras Públicas construía o asfaltaba una vía y a pocas semanas o meses la Corporación del acueducto abría una zanja para colocar tuberías, lo que echaba por tierra la labor del primero.
“Tu veía que reparaban o asfaltaban una calles y al otro día tenían que romperla para corregir fugas y acometidas; ya ha habido una coordinación y esa práctica se ha ido superando”, explicó Richardson.
Indica que el servicio de agua es fundamental, es lo que determina si una población se encuentra en pobreza extrema o no, por eso es una de las grandes apuestas que tiene el gobierno central.
Sostiene que en ese sentido, cualquier fuga tiene un impacto negativo, al tiempo de señalar que según las proyecciones, las guerras futuras no serán por petróleo ni oro sino por agua.
La pérdida de agua potable en las redes de distribución y en los hogares se calcula en más de un 38 por ciento.
La cobranza
En cuanto al cobro por servicio de agua, Richardson sugiere que las diferentes corporaciones de acueductos desarrollen acuerdos con los municipios y distritos municipales para que los gobiernos locales sirvan como agentes de cobro.
Primero, apunta, porque da la cercanía, segundo, porque cuando se producen las averías o se daña una bomba a donde acuden los ciudadanos es a los gobiernos locales.
“Entonces, lo más factible es establecer una alianza estratégica en la que nos complementemos, y en esa línea es que se enmarca el presidente de la República”, señala.
En el caso del gran Santo Domingo sólo el 28% de quienes son clientes de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) paga el servicio, según el director de ese organismo, Felipe Suberví.
Precisó que el líquido solo le cuesta a los clientes residentes y comerciales 6 pesos el metro cúbico, así como a los industriales 10 pesos, montos que contrastan con el promedio de las demás corporaciones que van entre RD 14.83, RD 18.86 y RD 29.94 en las referidas categorías por tipo usuarios del servicio.
En el caso del agua facturada por el Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillados (Inapa), el precio es de 10 pesos a los clientes residenciales, y 12 pesos comerciales e industriales.
Explicó que el costo de producción del agua potable es más alto que el precio que se cobra a los usuarios, razón por la cual el Estado subsidia significativamente este servicio.
“Sin embargo, solo el 28 % de los 400,000 clientes de la CAASD paga por el agua en el Gran Santo Domingo”, reveló.
Del 28 % que paga el agua, el 80% son industrias y comercios, y el otro 20% son residencias, clase media, clase alta
Centro de Monitoreo
Fellito Suberví destacó el impacto que tendrá en la eficiencia el nuevo y moderno centro de monitoreo que, inagurado esta semana por el presidente Luis Abinader, por lo que por primera vez en la historia de la institución, permitirá controlar permanentemente las instalaciones y la red de distribución de agua potable.
“Este moderno sistema optimizará los tiempos de bombeo, gestionará los recursos de manera eficiente, ahorrará energía y reducirá costos de intervención, además de disminuir las fugas y el agua no facturada”, dijo.
