SANTO DOMINGO, RD.- La mayoría de los hospitales del país, incluyendo el Francisco Moscoso Puello, en el Distrito Nacional, continúan en el externo calvario por falta de materiales para poder atender a quienes acuden a esos centros en busca de mejorar sus enfermedades.

Así lo denunció el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD) Senén Caba, quien confirmó que en centro como el Moscoso Puello han tenido que posponer procedimientos como cirugías y otros por falta de materiales como gasas, alcohol, camas, sábanas y otros.

“A la falta de materiales gastables se agrega la falta de personal, por lo que insistimos en que la inversión en salud es exigua, pero también hay corrupción en los hospitales”, sostiene el gremialista.

Informó durante un recorrido por las provincias de la Línea Noroeste donde comprobaron que el hospital Ramón Matías Mella, en Dajabón “se está cayendo a pedazos”, mientras el gobierno no termine de construir un nuevo centro que se encuentran paralizado.

Pero en Santiago Rodríguez, apunta, el hospital está desbordado debido a que el Ramón Matías Mella de Dajabón colapsó, pero el hospital de Los Almácigos, sigue cerrado.

Deplora también la sobrepoblación del hospital Padre Fantino, en Montecristi, pero lo peor de todo es que los médicos de los hospitales que operan precariamente  tengan prohibidos referir pacientes, aun sea una parturienta con apenas 4 de hemoglobina.

Ante la situación de gravedad de los hospitales, narra, los pacientes toman la decisión propia de abandonar los centros asumiendo sus propios riesgos, lo que han traído como consecuencias el disparo de la mortalidad materna e infantil.

Citó que el segundo nivel del hospital Padre Fantino, en Montecristi, no ha sido abierto por falta de personal, por lo que el CMD propone al Servicio Nacional de Salud (SNS) una reingeniería para que los médicos que terminan y no tienen  trabajo sean nombrados con un salario digno e incentivos que les permita trasladarse a lugares remotos.

Sostuvo que la situación de precariedades no es solamente en la línea Noroeste, sino también en el llamado Sur Largo.

Exige que a los profesionales de la salud se les entreguen los incentivos que el gobierno se comprometió y que no ha cumplido, por lo que niega que el CMD sea una institución rebelde o insurrecta, como se pretende calificar desde el oficialism.

Para rebatir esos calificativos, Caba precisa que el CME discute en cuatro mesas de diálogo, entre ellas nuevas tarifas, mejor calidad, indesación, con el Consejo Nacional de la Seguridad Social; además una ampliación de los servicios básicos.

De igual modo, discuten Código para todos los dominicanos, pero las discusiones se han hecho largas que lo que habían imaginado, pero advierte que la paciencia tienen un límte.

“Advertimos que si no se llega a acuerdos, si siguen con el toreo con los médicos y la sociedad civil, definitivamente volveremos a las calles”, indica Senén Caba, presidente del CMD.