SANTO DOMINGO, RD. -La violencia, el bullicio, atracos y otros actos de inseguridad, se han apoderado del sector Villas Agrícolas, en el Distrito Nacional, donde la madrugada del martes al menos tres personas fueron abatidas a tiros en medio de un “teteo”.

La situación preocupa profundamente a quienes habitan en el barrio ubicado entre las avenidas Máximo Gómez, Duarte, Los Mártires y calle Marcos Ruiz (antigua 20) debido a que en horas de la noche no pueden dormir debido a las bullas con bocinas a decibeles insoportables.

Miguel Cuesta, de la Unión de Juntas de Vecinos de Villas Agrícolas,  llama la atención que ni el ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez (Chu) ni el director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, se preocupen por el sector.

Señala que la zona donde se produjo la matanza de cuatro personas se le denomina “Colombia” en alusión a ese país suramericano que estuvo dominado por carteles de drogas, donde la violencia era constante.

Afirma que en esa zona hay más armas que en cualquier arsenal militar, por lo que no entiende las razones por la que no ha sido intervenido por las autoridades.

Cuesta, además presidente de la junta de vecinos Dulce María Corporán, exhorta al Ministerio Público, a que actúe junto a la Policía Nacional, porque diariamente se producen atracos, asaltos y robos, sin que las autoridades actúen para evitarlos.

Aunque resalta la labor que realiza el comandante de la PN en el sector, coronel Valenzuela, no puede controlar los actos delictivos debido a que no cuenta con los agentes suficientes, pero tampoco con unidades motorizadas (Motocicletas y camionetas).

Deplora que Interior y Policía haya intervenido barrios cercanos, como Cristo Rey, La Zurza y otros, sin embargo,  la medida no ha llegado a Villas Agrícolas, por el contrario “nos han dejado solo, sin policías”.

Recuerda que cuando se formó el programa “Barrio Seguro” a Villas Agrícolas llevaron 60 agentes que patrullaban en motores, caminando y en camionetas, pero ahora apenas existen 16 policías que se rotan las 24 horas y sin vehículos para el patrullaje.

“Porque nos dejan solo, que la juventud se siga matando sin que nadie actúe para detener esta ola de violencia y de delincuencia que nos azota”, apunta.

Afirma que los moradores del lugar temen acudir al destacamento de la Policía Nacional por represalia de los delincuentes, además de que los agentes no hacen caso si las víctimas no insisten.

“Entonces, lo que deben hacer el Ministerio Público, Interior y Policía es intervenir el barrio, no esperar a que sucedan muertes; todos los días se producen atracos, muertes, asaltos y robos, y hay una fiscalía al frente de donde se produjeron las muertes”, expone.

Advierte que si a los jóvenes no se les ofrecen oportunidades de educación, empleos, deportes y otros programas, toman el camino que consideran más fácil, la delincuencia, consumo y ventas de drogas.

Llama la atención que la alcaldesa del Disxtrito Nacional, Carolina Mejía, abriera un centro de aprendizaje de alta tecnología donde funciona la Estación de Transferencia, sin embargo, los jóvenes y adolescentes se resisten a asistir, lo que estima muy preocupante.

“No quieren venir, aunque uno lo traiga, porque todo el mundo lo que quiere es producir dinero rápido para saciar sus necesidades”, advierte el dirigente comunitario.

Los muertos

Cuatro hombres fueron muertos a tiros y dos resultaron heridos durante enfrentamientos, al parecer entre bandas, pero que alcanzaron a personas que ajenas a esos grupos, en la zona de Colombia,  Villas Agrícolas.

Los muertos son David Féliz Morales, de 48 años; Ramón Antonio Borges, (Ñoño), de 21 años; y Ronny Rodríguez Lora, de 34.

Entre los muertos figura Francis Eliezer Benitez Paredes, de 28 años, quien residía en la Feliz Evaristo Mejía número 28, deja huérfano un hijo de ocho años.

Aida Bienvenida Paredes, madre de Francis Eliezer, niega que su hijo fuera delincuente como han señalados algunos medios, sobre todo, redes sociales, ya que su hijo hasta estuvo seis meses en Japón preparándose en el área de desabolladura y trabajaba para unos peruanos en el país.

Expone que su hijo Benitez Paredes acudió donde un tal Ronny para decirle que lo habían atracado, pero este sin mediar palabras respondió disparándoles dejándolo sin vida.

Otro de los que acusan de disparar junto al tal Ronny es un tal Teteo, quienes llegaron al lugar desde los alrededores de la calle Pedro Livio Cedeño.

Otro que resultó muerto fue David Feliz Morales, de 49 años, quien vivían en el callejón 28, llevaba varios años como chofer en un edificio de la avenida Anacaona, en el Distrito Nacional, deja huérfana una hija de 11 años.

Carmen Féliz, hermano de David, expone entre sollozos que su pariente, salió a la calle 30 donde se celebraba una fiesta, donde fue alcanzado por una bala en la cabeza.

Rechaza que su hermano fuera delincuente, como pretende decir la Policía Nacional para tapar su ineficiencia en el sector.

“No es porque yo sea su hermana, pregunten en el barrio a cualquiera, a quien ustedes consideren, mi hermano no caminaba así, llevaba muchos años como chofer en La Anacaona”, sostuvo.

 Nilda Gómez, Eugenia Soñez y Miriam  testifican que David era un hombre muy serio del sector, por lo que nadie puede involucrarlos en asuntos de bandas ni de delincuencia, como lo demuestran sus años como chofer.