SANTO DOMINGO.- La empresa Seaboard Transcontinental Capital Corporation  rechazó que las dos plantas instaladas sobre el río Ozama contaminen esa fuente acuífera y el entorno donde operan, como han denunciados el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (Insaproma) y algunos ambientalistas del país.

En rueda de prensa presentaron documentos con mediciones sobre el impacto ambiental de las barcazas, en la que muestran que cumplen con los requisitos medioambientales que señala la Ley 64-00, así como las normas internacionales. Atribuye la denuncia a una campa mediática patrocinadas por competidores.

En un comunicado de prensa leído por Armando Rodríguez, vicepresidente y director general de la compañía, manifestó que a lo largo de 32 años sus operaciones se han llevado a cabo bajo la estricta supervisión las autoridades, entre ellos, 11 ministros de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Además, 10 superintendentes de Electricidad, varios directores ejecutivos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), ministros de Energía y Minas, vicepresidentes ejecutivo de la Corporación Dominicana de Electricidad, así como La Armada de la República Dominicana.

“Ninguna de las entidades mencionadas ni de las decenas de funcionarios de alto nivel a cargo de estas han traído a nuestra atención ninguna violación o siquiera quejas alguna de su parte como consecuencia de nuestras operaciones, bajo las administraciones de los últimos cinco presidentes de la República Dominicana que han gobernado durante los pasados 32 años en que hemos estado operado de forma ininterrumpida”, precisó.

Señala que las denuncias del Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente y los ambientalistas que los apoyan acusan a todo el aparato del Estado dominicano, incluso al gobierno del presidente Abinader, de ser cómplice en permitir que Seaboard opera en franca, constante y extrema violación de las leyes y normas que regulan el sector eléctrico, principalmente las ambientales, que considera insólito.

Afirman que estos hacen denuncias basándose en datos e informaciones “equivocadas”, por competidores desleales que buscan desprestigiar el historial de cumplimiento regulatorio y normativo de Seaboard-Transcontinental Capital Corporation.

Agradece al presidente Abinader, al Ministro de Energías y Minas, Antonio Almonte y demás miembros del gobierno que ha hecho realidad la entrada en operación de la nueva unidad, la Estrella Del Mar III, una central de 150 MW que genera 100% a gas natural y que es por un amplio margen la planta de generación eléctrica de mayor eficiencia en el sistema.

En cuanto a a su cumplimiento de las normas ambientales, indica que  es la tercera empresa en todo el país y la primera del sector eléctrico en obtener una licencia ambiental en el año-2000 para la planta Estrella Del Mar para la cual depositamos toda la documentación requerida por ley, incluyendo su Estudio de Impacto Ambiental.

Igualmente hicieron para la instalación de la planta Estrella Del Mar Hl y Estrella Del Mar IM, para las cuales el MIMARENA. requirió presentar las declaraciones de impacto ambiental para otorgar los permisos ambientales correspondientes.

Desde entonces, subraya, han cumplido a cabalidad con la presentación semestralmente de los Informes de Cumplimiento Ambiental (ICA) y con los procedimientos requeridos para la renovación de cada permiso una vez estos concluían su vigencia.

Señala que toda esta documentación ya depositada en el MIMARENA está disponible para su validación en nuestra empresa.

En vista de lo mucho que se ha comentado sobre el impacto que tiene nuestra operación sobre la población, la flora y fauna circundante presentó un resumen de los resultados de los reales estudios, mediciones y auditorías realizadas por el MIMARENA, responsables del tema y los prestadores de servicios independientes y aprobados por esta.

Asegura que las mediciones en todos los parámetros cumplen con las normas establecidas por la Ley 64-00, el Reglamento para su aplicación, los estándares internacionales del IFC y el Banco Mundial y todas las demás normas aplicables.

Las afirmaciones que se hacen de contaminación e incumplimientos son, no solo falsas, sino una afrenta a la inteligencia, pues ¿Quién invierte USD$135 millones y luego USD$160 millones (en total USD$295 millones) en la construcción de dos plantas nuevas, diseñadas y fabricadas de acuerdo con sus especificaciones por dos de las empresas líderes en el equipamiento y la construcción de plantas térmicas y no les exige que éstas cumplan con las normas ambientales internacionales y locales?