LA ALTAGRACIA, República Dominicana. – El obispo de la diócesis de La Altagracia, Jesús Castro Marte, manifestó que aunque «una minoría» que extiende un trato negativo hacia los indocumentados: «Yo me considero dominicano de pura cepa, nací aquí y mi familia es totalmente dominicana.
En la homilía de la misa en ocasión del Día de la Altagracia, expresó que el ruido de una minoría acomplejada y manipulada no representa el espíritu amistoso, justo y solidario del pueblo dominicano frente a los inmigrantes.
El obispo criticó la «doble moral» frente al tema migratorio, señalando que esta postura no identifica a los dominicanos ni como ciudadanos ni como creyentes, alegando que es hora de «tratar de dejar la hipocresía, la mentira y tratar jurídicamente de buscarle una salida a esta problemática. Tratar de convivir con los extranjeros».
Marte señaló que «frente al tema migratorio impera una doble moral, que no nos identifica ni como dominicanos y mucho menos como creyentes».
Asimismo, Castro Marte instó a valorar el aporte de los inmigrantes a la economía dominicana, particularmente en sectores como la agricultura, la hotelería y la construcción.
«Hay que buscarle en el marco jurídico una salida a los contratos de tantos obreros extranjeros, generalmente en el campo agropecuario, la hotelería, la construcción y otras realidades de medios de trabajos», subrayó.
Concluyó destacando que los aportes económicos de los inmigrantes no solo provienen de Haití, sino también de otros países, y pidió a los criollos reconocer esta realidad.