SANTO DOMINGO, RD.- La construcción de una nueva presa de cola por parte de la empresa minera Barrick Gold, en el Llagal, dos veces y medio más grande que la existe, sería mortal para más de 10 comunidades cercanas, los ríos, flora y fauna en la provincia Sánchez Ramírez.

La advertencia es del Científico norteamericano Dr. Steven H. Emerman, contactado por el el Observatorio Dominicano de Políticas Públicas de la UASD, el Espacio Nacional por la Transparencia de la Industria Extractiva (ENTRE), por Earth Works, Mining Watch Canada y la Global Juridice Clinic et NJU School of Law,

El doctor Steven H. Emerman fue contactado para hacer la revisión independiente del Estudio de Impacto Ambiental, con el que Barrick Gold pretende justificar la instalación de una segunda Presa de Colas en la citada localidad.

Tanto el científico como las entidades que lo contactaron advirtieron sobre el gran peligro que representa para la vida, el medio ambiente y los recursos naturales la construcción de una  segunda Presa de Colas tóxicas, por parte de la minera Basrrick Gold, dos veces y media más grande que la existente en el Llagal, Cotuí.  

Con la lectura del documento de impacto ambiental de más de 10 mil páginas, y de algunas visitas hecha a la zona, Steven H. Emerman recomienda de antemano rechazar la obra que tiene el visto bueno del gobierno dominicano, debido a que constituye un peligro inminente para las poblaciones vecinas y el medio ambiente en general.

Informó que quienes habitan en las proximidades de la presa de cola  sufrirían las consecuencias para siempre, en caso que un eventual colapso, pero peor para las fuentes de agua que existen la zona, entre ellas el río Yuna.

Alerta que el estudio, en poder del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, del que estas organizaciones obtuvieron copias, no contempla los riesgos de la obra como el número de fatalidades, entre ellas, la salud humana, efectos en carreteras, hospitales, escuelas y otros.

Fernando Peña, coordinador del Observatorio Dominicano de Políticas Públicas de la UASD, explica que el estudio de impacto ambiental fue elaborado por la propia Barrick Gold y entregado al gobierno dominicano, desde octubre del año pasado.

Dijo que el gobierno anunció en febrero del presente año otorgando una licencia social para que la minera proceda con los trabajos de realización de la nueva presa de cola.

El científico norte-americano Dr. Steven H. Emerman realizará un exhaustivo trabajo que ha comenzado con la visita a la zona de El Naranjo y las tres bocas, la observación directa del “muro de la muerte”, que contiene los millones de toneladas de tóxicos almacenados en la Presa de Cola El Llagal.

Realizó contactos con las comunidades que deben ser reubicadas ante el peligro de un colapso de ésta vieja Presa de Colas y conversó con autoridades del Ministerio de Energía y Minas y científicos académicos, dominicanos.

Emerman realizará contactos con autoridades, organismos ambientales, grupos científicos, organizaciones sociales y realizará un descenso a la zona de impacto de la explotación minera donde verificará las condiciones de vida de las comunidades, así como los daños ambientales y humanos provocados por la explotación a cielo abierto que se desarrolla en la provincia Sánchez Ramírez.

Peña señaló que el doctor Emerman se prepara para entregar al pueblo dominicano un informe dentro de seis semanas, y que servirá a la sociedad civil para desarrollar las acciones que se corresponden con el interés nacional en cuanto a los recursos naturales, el medio ambiente y la vida de quienes están amenazados por la vieja presa y ahora con la nueva que se pretende abrir.

El investigar procedente de Utha ha realizado trabajos profesionales como consultor para organismos multilaterales y congresos de países del primer mundo y cuenta con una extendida experiencia en la revisión de distintos estudios de impacto ambiental como son:  Análisis de Riesgo de la Presa de Relaves en la Mina de Cobre y Zinc.

Maritza Ruiz, explicó que la constribución de la Barrick a la fiscalidad dominicana, desde que se instaló hasta el 2022, es de apena US$2800 millones.

Sostuvo que lo peor de todo es que no existe un fondo de reservas sobre riesgos de presa de cola, a pesar de que estos depósitos se quedan en el territorio aunque la minera se vaya del país.

Estima que los riesgos para la población dominicana son de consideración, por lo que las organizaciones sociales deben actuar con militancia para que el gobierno atienda a las poblaciones que serían afectadas.