SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Desde las entrañas del Campamento El Naranjo, símbolo de lucha y resistencia de las comunidades amenazadas por la Barrick Gold, se hizo pública una contundente denuncia contra el acuerdo ilegítimo firmado el 11 de junio por la empresa minera, representantes del gobierno y un grupito de supuestos “voceros comunitarios” sin legitimidad ni respaldo popular.

La Red Socioambiental, señala que el primero en hablar fue Billo Sosa, líder comunitario que recientemente fue encarcelado por oponerse al despojo y que ahora, libre bajo presión de la comunidad, rompió el silencio:

“Con un fusil en el corazón obligaron a firmar al licenciado Martín Gumay. No aceptamos esa bajeza ni esa sinvergüenzada. ¡Estas tierras son nuestras y no vamos a salir!”

Indica que el acuerdo, negociado a espaldas del pueblo y socializado en Las Vegas (EE.UU.) por el ministro Joel Santos y Juana Barceló, directora de Barrick Gold, representa un acto de traición y muerte. Mientras ellos celebraban negocios entre cócteles y alfombras rojas, el pueblo campesino —ese mismo que fue masacrado el 8 de enero por las fuerzas represivas del Estado y la empresa— sigue sin respuestas, sin justicia, sin techo.

Las denuncias son claras y desgarradoras:

· Más de 70 familias con títulos legales están siendo amenazadas con desalojos forzosos.

· La llamada “reubicación” es una farsa: personas han sido excluidas arbitrariamente, como lo denuncian Lis Mario Belén Pichado (“¿Para dónde voy con mi hijo?”) y Suni Belén Tejada (“Quieren dejarme en la calle a mí y a mis hijos”).

· Rosaura Marte, desde Arroyo Vuelta, fue tajante: “¿Acaso Juana Barceló vivirá bajo un puente con su hija? Porque eso es lo que quieren para nosotras.”

Afirma que la verdad es que la presa de colas tóxicas que Barrick pretende imponer enterrará vivas a comunidades como Arroyo Vuelta y Dos Palmas. Contaminará ríos, arroyos, la tierra y los sueños. No se trata solo de territorio: se trata de vida o muerte.

Ante esto

Las comunidades llaman a todas las organizaciones populares, sociales, campesinas, religiosas y ambientalistas a levantar la voz y cerrar filas. A sumarse a las movilizaciones que vendrán. A no dejar solos a los guardianes de la tierra.

Porque lo que está en juego es la dignidad de todo un país.

 “Estas tierras son nuestras. No a la presa de colas. No al ecocidio de Barrick. ¡Fuera la minera y sus cómplices del Estado!”

Los líderes locales hicieron un llamado urgente a todos los grupos sociales, populares, religiosos y ambientales a sumarse a una movilización nacional contra Barrick Gold y a exigir la anulación inmediata del acuerdo, al que calificaron de “estafador” y “de muerte”.

“No vamos a salir de nuestras casas. Tenemos títulos legales. Aquí vivimos y aquí vamos a resistir”, sentenció Sosa, cerrando con la consigna que ahora recorre el país:

“¡Estas tierras son nuestras! No a la presa de colas, no al ecocidio de Barrick.”