SANTO DOMINGO.- Levantar un muro entre Haití y República Dominicana no es la solución más apropiada para frenar el problema de la inmigración, el contrabando de drogas y otras mercancías, ni el tráfico de humanos.
Así lo considera en un documento de reflexión el Aula de Moral Social del Centro de Teología Santo Domingo de Guzmán de la Congregación de Los Dominicos, quien lamenta que en pleno auge del siglo XXI y con los avances a nivel científico, social religioso, técnicos y políticos se sigua pensando en un muro la frontera.
Critica los argumentos del presidente Luis Abinader para justificar la construcción de un muro en la frontera como la de que se trata de una verja que beneficiará a ambos países, porque permitirá controlar el comercio bilateral, regular el flujo migratorio para combatir las mafias que trafican con personas, hacer frente al narcotráfico y a la venta ilegal de armas”.
Además de proteger la crianza y sembrados de los ganaderos, y de los productores agrícolas, con esta combatiremos de distintas formas, el crimen organizado que ha querido tomar como base de operaciones, los límites fronterizos de ambos países, por lo que el beneficio para las dos naciones será de gran importancia”
Lamenta que en esas palabras tan impactantes, el mandatario no sacara a la luz que la República Dominicana se beneficia de la mano de obra barata que la población de Haití le proporciona, población que carece de derechos en un país donde es constantemente discriminada”, expone.
Cita que un 29% de los trabajadores de la construcción en República Dominicana son haitianos, al igual que un 28% de los empleados en la agricultura, según indica un estudio publicado en 2020 por el Instituto Nacional de Migración (INM) y por la Organización Mundial para las Migraciones (OIM).
De manera, afirma, que en vez de gastar 1,750 millones de pesos en un muro la realidad es que esos recursos debieron ser invertidos en programas que beneficien a los ciudadanos de ambos pueblos, ya que la verja lo único que haría es separar aún más a dominicanos y haitianos.
¿Por qué no invertir esos millones en proyectos que beneficien las relaciones entre ambos países de modo que tanto haitianos como dominicanos no se vean en la necesidad de emigrar de su país a otro en busca de un mejor porvenir o simplemente para no morir de hambre en su propio país?, según la reflexión.
Partiendo del derroche de dinero que supone la construcción del muro, lamenta, que en vez de reinvertir el dinero en políticas más sanas y equitativas, se opte por el levantamiento de una «verja perimetral» cuyo beneficio quedaría en las empresas encargadas de su construcción y equipamiento.
Una de esas empresas, es l<a alemana Dermalog, líder mundial 1 FLORES, Javier: “Un año después de la promesa se inicia el muro en la frontera con Haití”.
En documento preguntas ¿la guardia que está en la frontera dejará de traficar con personas haitianas? ¿cómo nos beneficia este muro a los dominicanos y cuál es el objetivo del mismo?.
Además ¿quiénes son los verdaderos beneficiados con la construcción de este muro y por qué tanta urgencia en construirlo?
“Señor presidente, ya que se ha iniciado la primera parte (etapa) del muro, quisiéramos llamar a la reflexión”, concluye el documento del Aula de Moral Social del Centro de Teología Santo Domingo de Guzmán.