SANTO DOMINGO ESTE.- A seis años de que más de 1,600 familias fueran sacadas de La Barquita de Los Mina, en Santo Domingo Este, ahora Parque Fluvial Cachón de la Rubia, la zona es utilizadas como depósitos de residuos sólido, escombros y puntos para la quemas de alambre robado para extraer el cobre.
El alcalde Manuel Jiménez, quien junto al Ministerio de Obras Públicas, iniciaron ayer la reparación de las calles del sector Cachón de La Rubia, respondió que el cabildo mantenía limpia el área, aunque la realidad era lo contrario.
Aunque desde lo alto se observan las más de cinco hectáreas que muestran el verdor que por décadas de asentamiento humano se había convertido en la zona más vulnerable a los fenómenos de la naturaleza, los vecinos de los barrios de la parte alta no encuentran otro logar para depositar sus desperdicios que ese parque.
De ahí que desde que se entra lo primero que salta a la vista es un vertedero y las cañadas Puerto Rico y otras que continúa repleta de residuos, principalmente plásticos con destino al río Ozama y de ahí hacia el Mar.
Aunque es considerado el principal pulmón ecológico de SDE, este parque, que ahora pertenece al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, no cuenta con la atención adecuada, ya que ni siquiera se observa un solo guardián para protegerlo.
La falta de vigilancia convierte el parque en altamente peligrosos para quienes opten por visitarlo, a pesar de ser un atractivo excelente para fotografías, videos y escenas peliculas
Aunque ayer habían algunas brigadas de limpieza del cabildo de SDE en labores de limpieza, el gran reto sigue siendo evitar que quienes habitan en la parte superior de los barrios Puerto Rico, Catanga, Vietnam, Juan Pablo II y otros al Norte de la avenida San Vicente de Paul, dejen de lanzar los residuos sólidos por cañadas y pendientes.
El alcalde de SDE, Manuel Jiménez, informó que existe una acción permanente en ese parque que lo mantienen limpio, aunque admitió que ayer no había pasado por el lugar.
Aclaró que si habían vertederos no era por falta de seguimiento, mientras se trabaja con las juntas de vecinos de los sectores ubicados en la parte superior con miras a crear conciencia sobre la urgencia de los residuos no sean llevados al parque.
“Es precisamente con el compromiso de la comunidad lo que determina la solución del problema, ya no es por falta de seguimiento ni de recogida; se hace la debida coordinación con cada junta de vecinos, para que sepan cuando y donde se coloca la basura”, sostvo.
A esto se agrega la urgencia de la vigilancia militar que garantice la seguridad de quienes visiten el parque.