SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Con motivo del día de Las Mercedes, Patrona del pueblo dominicano, parroquias San Martín de Porres de Guachupita, San Ignacio de Loyola de La Ciénaga, y Santo Domingo Savio de Los Guandules, Distrito Nacional, unieron sus voces para denunciar los principales males que afectan a esos barrios como falta de aulas, de agua potable, colapso del drenaje sanitario e inseguridad ciudadana.
Los párrocos de esas iglesias encabezaron una procesión junto a feligreses que recorrió cada uno de los barrios citados para terminar en Guachupita, donde la basura y las aguas residuales brotan dentro y fuera de los apartamentos, con las que conviven cientos de familias, entre ellos ancianos, niños y hasta enfermos mentales.
“La virgen María de las Mercedes, es la Patronade nuestro país y queremos pedir su intercesión ante su hijo Jesús para que él nos libre de tantas ataduras que hoy nos mantienen aprisionados como pueblo. Las limitaciones en nuestros barrios son incontables, pero hoy, de manera especial, deseamos hacernos eco públicamente de los males que consideramos más urgentes en este tiempo”, proclamaron los curas.
Los párrocos jesuitas Francisco Coste, de Santo Domingo Savio; Manuel Pérez Suazo, de San Ignacio de Loyola; Eduard Figueroa, de San Martín de Porres, hicieron seis paradas en forma de viacrucis durante la procesión que inició en La Ciénaga, pasó por Los Guandules terminó en Guachupita.
Demandaron la construcción de al menos siete centros educativos para poder albergar a miles de estudiantes que cada año quedan fuera en estos barrios por falta de aulas.
Afirmaron que los actuales planteles no responden a la demanda de la población en estos momentos, de ahí que solicitan la inmediata construcción de al menos siete centros educativos, dos para educación básicas, dos politécnicos y tres Inaipi.
Un grave problema denunciado por los sacerdotes es el estado en que se encuentra el sistema de alcantarillado de aguas negras, en especial Guachupita, donde el sistema colapsó hace más de siete años.
Las familias que habitan los apartamentos del lugar conviven con las aguas residuales, las heces fecales, la basura y el hedor nauseabundo que mantiene enferma a la población.

Así rodeado de aguas negras o residuales, viven familias en estos apartamentos ubicad en la calle San Martín de Porres esquina 24 de Abril, Guachupita, DN.
“Solicitamos la pronta intervención de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, ya que la contaminación e insalubridad están enfermando a nuestros niños y envejecientes”, expresan los curas en la proclama.
Hacen un llamado de atención sobre las situación de vulnerabilidad y violencia a las que están sometidos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, por lo que como comunidad cristiana duele ver el deterioro de la familia y los valores que la sostienen.
Ante la cantidad de basura que produce el Mercadito de Los Guadules, solicitaron a las autoridades enviar más unidades de recolección y que coloquen contenedores para que los hogares depositen los residuos sólidos y estos no sean lanzados en calles y aceras.

Las heces fecales, junto a las aguas residuales y la basura arropan estos apartamentos de Guachupita, donde en uno de ellos habitan tres hermanos enfermos mentales, sin que nadie vaya en auxilio.
En el documento leído por los curas al final señala que en día pasado el ayuntamiento intervino la avenida Francisco del Rosario Sánchez para resolver el problema de tuberías de residuos sólidos, pero dejaron la vía en mal estado, creando caos en el tránsito vehicular y peatonal.
Solicitan la construcción de un parque para la comunidad en el lado derecho de la rotonda paralela a la estación del Metro Eduardo Brito, lo que haría mucho bien para las familias que no tienen donde recrearse.
Indica la proclama, que con la puesta en marcha del proyecto Nuevo Domingo [Savio, familias que habitan en las calles Respaldo La Marina, 10, Respaldo 10, Ricardo Carty, 16 de Julio, Alberto Ramírez y Callejón Recodo, no llega el agua potable a sus hogares.
Como Iglesia Católica y como comunidades de fe, se aferran a la Divida Providencia “confiamos en la intercesión de nuestra Madre de las Mercedes, para que ponga todas estad denuncias en las manos de su hijo Jesucristo y sean atendidas nuestras necesidades lo m{as pronto posible por nuestras autoridades competentes. Pues nadie que ha confiado en el Señor ha quedado defraudado”, concluyeron.