SANTO DOMINGO.- El análisis de las ejecutorias del presente gobierno, que pronto cumplirá tres años de gestión, confirma que esta administración no tiene ni la capacidad ni la voluntad política de realizar las transformaciones que la sociedad espera, muchas de las cuales el actual presidente prometió en campaña, responde el Partido Opción Democrática en un comunicado de prensa. 

Señala que si bien la gestión de Luis Abinader ha mostrado tímidas intenciones de avanzar en la construcción de un sistema de justicia más independiente, en todo lo demás ha imitado, reforzado y continuado la mala política de los cuatro partidos tradicionales que nos han gobernado en los últimos 60 años.

En estos tres años, dice, los salarios no han sido realmente una prioridad en cuanto no han equilibrado el poder adquisitivo de las familias dominicanas.

Sostiene que la mejor prueba de ello es la negativa de los legisladores del Partido Revolucionario Moderno (PRM) de no aprobar la propuesta de aplicación de la indexación por inflación a los salarios formales, que lleva ya 6 años sin ajustarse.

“Como habíamos sugerido de cara al debate del Presupuesto General del Estado para el 2023 a través de la iniciativa de nuestro diputado José Horacio Rodríguez”, recuerda.

Asegura que en estos tres años, se ha desinflado la promesa del cambio, pues no se ha garantizado hacer de del país uno menos violento.

Lo que sí ha pasado, precisa, es un aumento del costo de la canasta básica, un incremento de la inseguridad en los espacios públicos, depredación y aumento de los riesgos medioambientales, profundización de la crisis en el sistema educativo, abandono de la comunidad dominicana en el exterior, al tiempo que el gobierno ha incumplido con los compromisos de garantizar derechos de las mujeres.

A los bajos salarios y el alto costo de la vida, suma la necesidad de tener que pagar por soluciones a problemas que debería resolver el Estado, como pagar para hacer que las casas sean más seguras, pagar para tener inversor y plantas por los constantes apagones.

De igual modo, pagar por tinacos, bombas y cisternas para lidiar con la escasez de agua, y buscar, de dónde aparezcan, los recursos si algún familiar enfrenta una situación de salud grave.

Deplora que la actual gestión no haya resuelto un problema fundamental del país como el de la inseguridad, mientras la Policía Nacional lejos de estar inmersa en el prometido proceso de reformas sigue esparciendo luto y violencia entre la población.

Afirma que hoy más que nunca los dominicanos tienen miedo de andar por las calles, de sentarse en los parques, sin contar el costo que significa para las familias tener que invertir en medidas de seguridad para protegerse o recuperarse de las pérdidas materiales de la delincuencia.

Critica el modelo turístico y de desarrollo a costa del medio ambiente y de los recursos naturales, como si no bastara el intento de entregar a manos privadas más de seis millones de metros cuadrados de áreas protegidas a través de un fideicomiso en Pedernales.

“Ahora el propio gobierno destruye el cuerpo de manglares más importante que tiene República Dominicana en Estero Balsa y Laguna de Saladillo, poniendo en peligro toda la flora y fauna de Montecristi”, expresa.

Ve necesario un pacto, pero no élite, sino uno que involucre a toda la sociedad, que se encamine hacia la construcción de bienestar a través de la mejora de los servicios públicos y de la garantía de derechos, para dejar de ser una sociedad que violenta la dignidad de las personas.