SANTO DOMINGO, RD.- Vecinos del residencial Costa Azul, a la altura del kilómetro 12 de la autopista 30 de Mayo, en Santo Domingo Oeste (SDO) denuncian el abandono a que ha sido sometido ese lugar, donde no se recoge la basura, se producen atracos y asaltos a cualquier hora y la prostitución se apodera del llamado Maleconcito.

En rueda de prensa, los miembros de la organización comunitaria señalaron que personas inescrupulosas se dan a la tarea de tomar el Maleconcito para practicar actos sexuales, drogarse, disparar y realizar otras acciones.

Diogenes Reyna, presidente de la organización comunitaria, acompañados de varios miembros, precisó que ayer como las autoridades locales se percataron de la convocatoria de la rueda de prensa montaron un operativo de limpieza en horas de la madrugada y eliminaron varios vertederos.

“Lo que queremos es que sigan limpiando el Malencocito, sin que tengamos que hacer rueda de prensa todos los días para ello, porque creemos que es una obligación del Ayuntamiento”, expresó.

Asimismo, señalan que al Mirador denominado El Maleconcito, llegan personas de todas partes a montar música a altos decibeles, a ingerir bebidas alcohólicas, pero también a practicar sexos en vehículo y unos matorrales dentro de los arrecifes.

En Costa Azul existen 495 casas y apartamento, donde habitan más de dos mil personas, pero apenas cuanta con tres calles que ni siquiera han sido rotuladas por el cabildo de Santo Domingo Oeste.

Reyna manifestó que los atracos y asaltos se producen a cualquier hora, ya que es un lugar muy solitario y donde no existen patrullaje policiales.

Además de los atracos y asaltos, dice, “aquí han vaciado casas llevándose efectos del hogar como televisión, estufas, lavadoras y otros enceres”.

Informó que solicitaron la colocación de un paso controlado al Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste, aprobado por el Concejo Regidores, pero luego se detuvo por una oposición del secretario general del cabildo.

Estima que si se controla el acceso al sector la inseguridad desaparece, ya que todo el que penetre tendría que dar sus cédula de identidad y decir para donde se dirige.