SANTO DOMINGO, RD.- Las iglesias católica, evangélicas, adventista y organizaciones comunitarias del barrio La Zurza, Distrito Nacional, apelan a la sensibilidad del presidente Luis Abinader para que las 42 familias que habitan las casitas a orilla del río Isabela, sean reubicadas en el proyecto de 81 apartamentos que construye la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) en el lugar.
Mientras cientos de viviendas en las riberas del río Ozama siguen inundadas, en tanto en otras sus habitantes comienzan a sacar el lodo y los ajuares dañados de sus hogares, a la espera de auxilio de las autoridades que no comienza.
En rueda de prensa en en la margen del Isabela, el sacerdote Joselito Beltré, párroco de La Zurza, Sugirió al mandatario disponer que de los 81 apartamentos a punto de ser terminado en el lugar al menos 42 sean destinados para igual cantidad de familias que habitan en las casitas desde hace 18 años.  
Hace la petición en compañía de representantes de las diferentes iglesias y dirigentes comunitarios, ante la negativa del director de la CAASD, Felipe Suberví, de cumplir con el compromiso del Estado con estas familias que llevan 18 años esperando ser reubicados.
“Lamentablemente el señor Fellito, director de la CAASD, no está de acuerdo debido a que es su proyecto y es para otras familias de otros lugares, que no son de esta comunidad”, expuso el cura, quien sirvió como vocero.
Estima que solamente el presidente Abinader puede intervenir directamente en diálogo, por lo que confían en que el mandatario no permitirá que estas familias sigan viviendo en extrema vulnerabilidad en unas casas que fueron construidas de manera provisional por la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) en 2006.
El desalojo
La Opret desalojó a 104 familias en el Hoyo de la Zurza para construir la avenida Perimetral o del Río donde fueron depositadas cientos de camiones de tierra extraídas del viaducto para dar paso al Metro, vía que originalmente llegaría hasta el Puente Francisco del Rosario Sánchez, pero que se detuvo en Capotillo.
Las iglesias y comunitarios instaron a las familias de las casitas afectadas por la crecida del Isabela que ocuparon los apartamentos, a que lo abandonaran para que la CAASD los termine, con la salvedad de que les serían entregados por el gobierno.
Además del cura Beltré, estuvieron en la rueda de prensa, Francisco Reyes, Tony Rojas, José González, entre otros dirigentes religiosos y comunitarios.
En SDE
Brígido Brito Manzueta, presidente de la junta de vecinos La Hermandad, debajo del Puente Francisco del Rosario Sánchez, en Santo Domingo Este, señala que el Ozama comenzó a ceder, pero ahora llega la parte más difícil, sacar el lodo y los ajuares dañados como colchones, estufas, neveras, televisores y prendas de vestir.
Además, dijo, cientos de familias también han quedado sin alimentos porque se mantienen fuera de hogar, algunos cuidando los pocos que pudieron rescatar antes de que el río entrara a las viviendas.
Considera que la urgencia ahora es dotar de alimentos, camas, neveras, estufas y otros artículos, pero la solución al problema es la reubicación de estas familias en un lugar seguro.
Recuerda que las familias están censadas desde la pasada gestión de gobierno por la Unidad para la Readecuación de Barrios y Entornos (URBE) con esos fines.
En Coordinadores
Elvis Montero, un joven propietario de un taller de ebanistería en Los Coordinadores, Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte, narra que el Ozama arrasó con su medio de vida.
En este lugar el río ha comenzado a ceder lentamente, pero todavía cientos de casas siguen bajo su influencia, algunas familias sacaban colchones y otros artículos, para ver si podían salvar algo.