SANTO DOMINGO, RD.- A la expectativas de nuevas crecidas de cañadas se encuentran miles de familias que habitan sobre y próximo a cañadas en el Distrito Nacional y el gran Santo Domingo, debido a que estas se desbordan y penetran a sus hogares a la menor lluvia.
Este jueves en los lugares donde las cañadas penetraron a las viviendas trataban de sacar algunos de los ajuares mojados para salvarlos, pero las constantes lluvias lo impedía.
Luis Felipe, residente en Villa Marina Abajo, atribuye el incremento de las inundaciones a dos muros que fueron colocados al final de las alcantarillas donde el entonces alcalde del Distrito Nacional, David Collado, construyó un puente.
“Ahora debido a la estreché por los muros cuando la cañada baja con mucha agua esta se devuelve, porque no cabe”, explica.
Antonio Constanzo, dirigente comunitario, coincide con Felipe que la cañada del 9 y medio de la Autopista Duarte se represa cuando llega al puente donde se construyeron dos muros que la represan.
Además de que a esa cañada se conectan dos tuberías de 60 pulgadas con las aguas de Guajimía, en Santo Domingo Oeste; del kil´`ometro 13 de la autopista Duarte baja otra tubería de 60 pulgadas, así como de tres tuberías de 60 pulgadas que entran del desague del kilómetro 9.
En cambio, Paolo Hernández, quien habitan con dos hijos en la baja del Seminario La Colina, narra que se salvó porque Dios detuvo las lluvias la noche del miércoles, ya que debido a la crecida de la cañada Los Ríos las aguas penetraron a su casa y las puertas se condenaron.
“Con media hora de lluvias más hoy no estuviera viva para contarlo, con el agua dentro de mi casa las puertas no habrían, pero gracias a Dios las lluvias paró y la cañada comenzó a bajar”, explica.
Sólido Moreta, presidente de la junta de vecinos Las 800, informó que con las recientes lluvias la cañada subió hasta la calle principal del sector, pero contrario a lo que sucedió en noviembre pasado, no afectó viviendas.
Considera que la solución está en mano de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) que trabaja para desviar la cañada en unos 800 metros por la calles, fuera del cause natural.