SANTO DOMINGO.- Miles de hijos de haitianos nacidos en República Dominicana que terminaron el bachillerato se encuentran en un limbo, porque ahora ni son dominicanos ni haitiano, no pueden seguir sus estudios en universidades ni en institutos técnicos por falta de documentos.

Mientras más de 200 mil extranjeros que se acogieron al Plan Nacional de Regulación de Extranjeros (PNRE) llevan tres años con sus carnet vencidos en momento en que el gobierno dominicano aprieta las medidas migratorias por la crisis que atraviesa la vecina nación de Haití.

La advertencia es de William Charpantier, director ejecutivo de la Fundación Etnica Integral, que coordina la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados en República Dominicana (MENAMIRD)

Recuerda que en 2014 se promulgó la Ley 169-14 que buscó un mecanismo para resarcir los efectos de la sentencia 168-013 del Tribunal Constitucional que dejó fuera a miles de la nacionalidad dominicana hijos de dominicanos de ascendencia haitiana.

La Ley 169-14 hizo dos divisiones: el grupo A, para los hijos de inmigrantes que nacieron en República Dominicana, que tenían cedulas de identidad, por lo que solo faltaba habilitarle la nacionalidad en conformidad con la Constitución de la República.

Asimismo, el grupo B, que son aquellos hijos de haitianos que no se habían registrados en las oficialías, pero que nacieron en el territorio nacional.

A este grupo B se le otorgó un plazo para registrarse en el Ministerio de Interior y Policía y posteriormente poder obtener una residencia y optar por una nacionalidad dominicana mediante la naturalización luego de dos años.

Charpantier deplora que desde 2018 hasta la fecha no se haya hecho nada, excepto un decreto emitido por el entonces presidente Danilo Medina, ya al echarse la paloma, para nacionalizar a 750 niños y adolescentes hijos de haitianos que nacieron en RD.

Narra que la inmensa mayoría, tanto los que poseen actas de nacimiento como los nacidos en el territorio nacional, pero que no cuentan con ese documento, se les ha permito trabajar y estudiar, pero al cumplir los 18 años y terminar el bachillerato ahora confrontan el grave problema de que no pueden ir a las universidades, ni optar por cursos técnicos en el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) y otras entidades.

Sostuvo que ahora no puede seguir los estudios porque no tienen cédula de identidad, además de que no cuentan con residencia, lo que provoca la desesperación de miles de adolescentes que tratan de obtener los documentos para poder continuar su vida con dignidad humana.

Señala que el órgano que la Ley 169-14 escogió para dar respuesta a miles que se encuentran en esa situación es la Junta Central Electoral (JCE) que no ha hecho absolutamente nada.

Recuerda que cuando se llamó a la inscripción mediante la Ley 169-14 unos ocho mil se acogieron al plan, pero según la Junta Central Electoral existían más de 53 mil muchachos que confrontaban problemas, por tanto, debían registrarse, lo que se atribuye a confusión con el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros.

 Estima que desde ese entonces hasta la fecha son muchos los que han nacido en el territorio nacional más los que se quedaron sin inscribir y están estudiando, que no tienen claro su horizonte.

“Entonces, cuando van a la embajada haitiana les dicen que no lo van a declarar porque nacieron aquí, pero aquí dicen que no los van a declarar porque son hijos de haitianos, por lo están en una situación muy difícil”, apunta.

 Preocupa además a Charpantier, que la comisión que se escogió para dar seguimiento a la situación tampoco ha hecho nada, pero el Ministerio de Interior y Policía tiene engavetados más de ocho mil expedientes de hijos de haitianos que solicitan regularizar su estatus migratorio.

“Esos muchachos no están solicitando propiamente la nacionalidad, sino que por lo menos se les garantice una residencia para que puedan estudiar, porque el Estado dominicano ya invirtió recursos en ellos y han terminado su bachillerato y quieren continuar preparándose”, expone el activista de las migraciones.

Lo peor del caso es que la gran mayoría de esos muchachos nacieron en la República Dominicana y ni siquiera saben hablar creole, otros son hijos de dominicanos y haitianos, pero que las oficialías se resisten a aceptarlos en la declaración como dominicanos.

Indica que la propia Constitución de RD establece que si uno de los padres es dominicanos el hijo o hija es dominicano.

Los del PNRE

Charpantier señala que en 2018 se produjo el primer proceso de renovación y cambio de categoría de extranjeros donde automáticamente más de 200 mil haitiano pudieron hacerlo luego que en 2014 fueran dotado del primer carnet que garantizaba permanecer en el territorio dominicano sin ser molestados.

 Precisa que en esa ocasión 209 mil extranjeros se acogieron al proceso, pero en 2020 se cumplió el plazo de dos años nuevamente sin que hasta la fecha se haya materializado, por lo que la gran mayoría se mueven con documentos vencidos.

“Ellos entran al sistema, pero no les dan respuestas, nosotros tenemos expedientes que tienen un año y tres meses que se inscribieron en el sistema virtualmente, pero ni siquiera se les da respuesta”, lamenta.

Considera una contradicción de las autoridades que por un lado desarrolln una casería contra los inmigrantes ilegales, mientras no se activa el proceso de renovación a quienes lo solicitan para acogerse a las leyes de Migración de RD.

Advierte que mientras se les da larga al proceso, los inmigrantes luego tienen que pagar RD$200 por cada mes vencido su documento, a parte del pago de RD$2000 para retirar el carnet una vez este sea renovado.