SANTO DOMINGO.- Vecinos del residencial Oriental II, en Santo Domingo Este, se manifestaron este viernes contra el aparcamiento de autobuses en las calles de acceso al lugar, ya que se han constituidos en refugios de delincuentes y otros males ambientales.

Demandaron del Ayuntamiento de SDE, del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), así como de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) la prohibición inmediata del estacionamiento en las vías de acceso al lugar, de lo contrario tomaría otras acciones.

Los moradores de ese y otros sectores aledaños, están con el grito al cielo por el aparcamiento de autobuses que transportan empleados del parque Zona Franca San Isidro, en sus calles desde las 6:00am y luego después de las 3:00pm.

Carmen Parra y Leonido Calderón, presidenta y vicepresidente de la junta de vecinos residencial Oriental II, denuncian que estos aparatos además de servir de refugios de los malhechores, impiden el libre tránsito, tanto de vehículos como del peatón.

Expresaron que varias personas han sido asaltadas cuando salen de sus apartamentos con destino a sus trabajos o realizar cualquier diligencia por delincuentes que se refugian en los autobuses.

Precisaron que solamente en la entrada del residencial estacionan entre 10 y 12 autobuses, expidiendo gases y otros contaminantes que atentan contra la salud de quienes habitan en la zona.

Señalan que desde hace dos años los residentes de Brisa Oriental y sectores cercanos, padecen los efectos de la contaminación, la delincuencia y otros males que arrastran los autobuses que transportan el personal del parque de Zona Franca.

Indican que de nada ha servido las conversaciones con los choferes y sus sindicatos para que busquen otro lugar donde aparcar sus aparatos.

El hedor a heces fecales y la basura que dejan estos autobuses desvalúan las propiedades en Brisa Oriental II, al tiempo que impiden la salida de los vehículos de los apartamentos porque cubren todo el espacio.

Indican que las mujeres son las más sorprendidas por los delincuentes que se esconden tras los autobuses, por lo que a diario solo se escuchan los gritos.

Las calles más afectadas son las A, D y E, pero también sufren las mismas consecuencias los residente en San Jerónimo y Gerardine.

Jeny Salas, una de las residentes en el lugar, narró que precisamente este viernes fue víctima de los delincuentes que penetraron a su hogar cuando salía del parqueo en su vehículo, de donde cargaron con vajillas, sabanas, cubre cama, cortinas, y todos los que encontraron en el guarda ropa.