SANTO DOMINGO.- Cuatro niños huérfanos, el mayor con apenas 12 años, dejó la tragedia en que un sargento de la Policía Nacional, en un aparente ataque de celos y bajos los efectos del alcohol, quitó la vida a su pareja, hirió de gravedad a la suegra y luego se suicidó, en un hecho ocurrido el fin de semana en el sector Alma Rosa II, Santo Domingo Este.
El agresor fue identificado como el Sargento Mayor, Anthony Euddy Reyes Cáceres, quien de forma repentina le habría disparado en el pecho a su esposa Elizabeth Lantigua Aquino de 35 años, de igual forma resultó herida la señora Ceferina Pascula de 70 años, quien era madre de la víctima.
En el lugar del hecho falleció la pareja del agente mientras que el uniformado fue llevado al hospital Dr. Darío Contreras donde murió. Por el momento la suegra fue ingresada en el centro de salud antes mencionado. Las autoridades investigan las razones que llevaron al alistado a cometer el hecho.
José Bienvenido Lantigua, padre de Elizabeth, con sus ojos llorosos, lamenta la forma como su hija perdió la vida, de mano de un policía que la celaba hasta con la sombra, además de los maltratos psicológicos que recibía de este.
Narra que cada vez que el agente salía a servicios vivía llamándola de manera contante, por lo que su hija vivían en un estado de tensión y depresión.
Mientras que su esposa Ceferina, de 70 años, ayer seguía grave en cuidados intensivos del hospital doctor Darío Contreras, con dos disparos, uno en la cabeza y otro en un brazo.
Expresa que el agente y su hija se conocían desde pequeños, ya que eran vecinos, y que ella estudiaba derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) hasta que se juntó con Reyes, donde abandonó los estudios.
“Ella dejó los estudios para dedicarse en cuerpo y alma a tender su primer hijo, Anderson, quien había nacido con un problema en un brazo, aunque quería seguir, porque quería hacerse de una carrera para no depender de un hombre”, expone el padre Lantigua entre sollozos.
Sostiene que el sargento mayor de la PN se burlaba de ella de manera contante y sacaba en cara que ella no trabajaba, por lo bajo esa presión la mantenía humillada.
A esto, agrega, el agente inició un proceso de celo enfermizo persiguiéndola hasta en la casa de sus padres, por lo que muchas veces Ceferina tenía que llevarla a su casa para evitar violencia.
Lantigua solicita al director de la PN, asi como al vocero de la institución que dispongan de una pensión para los cuatro niños que quedaron huérfanos, ya que son una familia muy pobre que no tienen recursos para seguir sustentando a los pequeños, el mayor con apenas 12 años.
La noche en que ocurrió el hecho el sargento mayor compró dos pizas que repartió a sus cuatro hijos, dejando fuera a su compañera quien entonces salió para donde una hermana en busca de comer algo, pero cuando regresó se encontró con la muerte.
Como madre protectora, Ceferina visitaba siempre a su hija, por lo que precisamente la noche del hecho se encontraba en la casa de la pareja, razón por la que fue alcanzada por dos disparos que la mantienen entre la vida y la muerte.
El hecho ocurrida la noche del viernes, en la calle 19 número 103, del sector Alma Rosa II, Santo Domingo Este.
Los padres de la víctima viven en el sector La Tablita, de Villa Faro, prácticamente cerca de donde ocurrió la tragedia que han conmovido a los vecinos de la zona.